Los antiguos egipcios usaron un «ascensor hidráulico» para construir la primera pirámide de Egipto
Un estudio calificado como «controvertido» por LiveScience afirma que se empleó tecnología hidráulica para levantar el sepulcro del faraón Zoser
Un nuevo estudio podría resolver uno de los grandes enigmas sobre cómo los antiguos egipcios construyeron sus emblemáticas pirámides. A la pregunta de cómo fueron capaces de subir los pesados materiales a tan gran altura, el doctor Xavier Landreu, miembro del Instituto de Investigación Paleotécnico de París y principal autor de la investigación publicada por la revista científica Plos One, sugiere que los ingenieros de la primera pirámide, la del faraón Zoser, emplearon un complejo sistema hidráulico.
«Los antiguos egipcios son famosos por ser pioneros y dominar la hidráulica a través de canales para el riego y barcazas para transportar piedras», explica el equipo cuyo trabajo «abre una nueva línea de investigación: el uso de la fuerza hidráulica para levantar las enormes estructuras construidas por los faraones», según advierten.
Así, su investigación en el sepulcro de Zoser «ha permitido descubrir una presa, una instalación de tratamiento de agua y un ascensor hidráulico, que habrían permitido la construcción de la pirámide escalonada de Saqqara», indica Landreu en su estudio.
Conocida como la pirámide escalonada de Saqqara, la de Zoser es la más antigua del país: fue construida entre los años 2667 y 2648 a.C. por el arquitecto egipcio Imhotep y sería el lugar de descanso eterno de este gobernante de la dinastía III. El monumento alcanza una altura de unos 60 metros y, aunque ya se conocía la existencia de un enorme pozo en su interior, este reciente estudio presenta una nueva teoría sobre su finalidad.
En el análisis, los investigadores sugieren que el cercano recinto de Gisr el-Mudir –una estructura cuya finalidad es discutida– podría haber funcionado como un «dique de contención» para retener agua y sedimentos de un brazo del Nilo hoy desaparecido y que sirvió para transportar las piedras desde las canteras hasta el lugar de construcción de las pirámides, según indicó otro estudio.
A esta estructura se le sumaría una serie de compartimentos excavados en el suelo fuera de la pirámide que ayudarían a que los sedimentos se asentaran a medida que el agua pasaba y evitar cualquier atasco en el sistema. De ahí, una serie de conductos subterráneos habrían conducido el agua por un túnel de 28 metros por debajo de la base la pirámide donde se acumularía y la fuerza del agua permitiría transportar las piedras de construcción en una especie de «ascensor hidráulico».
«Es realmente una instalación gigantesca y demuestra que el agua era el combustible utilizado para construir la pirámide. El ascensor habría tenido ciclos de llenado y vaciado que permitieron que las piedras subieran hasta el nivel de construcción como si fuera un volcán», explicó Landreu al portal LiveScience. Según los investigadores, el flujo del agua podría controlarse a través de una especie de tapón en la base del pozo de la pirámide para liberar el agua y elevar una nueva tanda de piedras.
Aunque es necesario seguir investigando para comprender cómo pudo fluir el agua a través de los pozos, así como cuánta agua había disponible, los autores del estudio sugieren que probablemente, además de utilizar otros métodos de construcción como las rampas para ayudar a construir la pirámide, este sistema de elevación hidráulica podría haberse utilizado para apoyar el proceso de construcción cuando había suficiente agua.
Pero no todo el mundo está convencido de que los egipcios utilizaran un sistema hidráulico para construir la pirámide. En este sentido, Julia Budka, arqueóloga de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich confiesa sus dudas sobre el estudio llevado a cabo por Landreu: «Mis mayores preocupaciones sobre el estudio son que no participaron directamente egiptólogos ni arqueólogos y que los autores cuestionan de hecho el uso de la pirámide de Zoser como lugar de enterramiento», recoge LiveScience.
«Científicamente, su hipótesis no está probada en absoluto, y ellos mismos dicen al final del artículo que sería necesario realizar estudios geológicos y análisis de muestras tanto dentro como fuera de las zonas en cuestión para obtener una comprensión más precisa del sistema hidráulico propuesto, no sólo de su tiempo de funcionamiento, sino en general», sentencia la arqueóloga.