Leónidas de Rodas, el atleta olímpico que mantuvo el récord de victorias durante más de 2.000 años
Este atleta fue coronado doce veces con la rama de olivo, una marca que solo ha superado el exnadador estadounidense Michael Phelps en las Olimpiadas de Río 2016 con 13 medallas de oro en competencias individuales
Michael Phelps hacía historia en los Juegos Olímpicos de Río de 2016 al batir un récord que llevaba intacto durante 2.000 años. En aquellas Olimpiadas conseguía su medalla de oro número 13 en títulos individuales, logrando superar la marca establecida por el gran atleta del Mundo Antiguo: Leónidas de Rodas.
Probablemente de familia noble con tradición deportiva, Leónidas de Rodas había conseguido esta gran gesta a los 36 años de edad. Pero lo que hizo más espectacular sus victorias fue que rompió la barrera que existía entonces entre los atletas de carreras de velocidad y los de resistencia.
Leónidas de Rodas compitió en cuatro Olimpiadas sucesivas en los años 164 a.C., 160 a.C., 156 a.C. y 152 a.C., y en cada una de ellas ganó tres diferentes carreras de atletismo: acumuló en total doce coronas de rama de olivo.
Así, consiguió la victoria en las tres modalidades más importantes: el stadion, la más prestigiosa, en la que los participantes debían correr una distancia de unos doscientos metros (según la polis); el diaulo, que era el doble de distancia; y el hoplitodromos, en el que se corría con armadura de hoplita (casco, coraza y escudo).
Dado a la gran dificultad que tenían estas carreras, era una hazaña admirable poder ganarlas todas. Por eso, a quienes lograban hacerlo, se les otorgaba el título de triastes. Solo existen siete triastes registrados en toda la historia de la Antigüedad y Leónidas fue uno de ellos y cuando consiguió este título por cuarta vez consecutiva se rodeó de un aura de invencibilidad.
Los otros seis corredores fueron (por orden cronológico): Fanas de Pellene, Astylos de Crotona, Nicocles de Akrion, Hekatomnos de Mileto, Polites de Keramos y Hermógenes de Janto; todos ellos consiguieron la corona de rama de olivo en stadion, diaulo y hoplitódromo excepto Polites, que en vez de la última modalidad ganó el dólicos, una modalidad que se introdujo más tarde y que, además, era la más larga (entre dieciocho y veinticuatro estadios).
La hazaña de Leónidas de Rodas fue elogiada por numerosos autores contemporáneos. En este sentido, en su obra Gimnástico, el sofista Filóstrato de Atenas, destacó sus «versátiles cualidades físicas», mientras que el geógrafo Pausanias, también de la época, comentó de él que había sido «el atleta más indiscutiblemente famoso». En su Rodas natal hay una estatua de él con una placa que reza: «Tenía la velocidad de un dios».