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Salvador Illa durante el acto de toma de posesiónEFE

El error histórico que demuestra que Illa no es el 133º presidente de la Generalitat

No tiene nada que ver con la Diputación del General que se creó en 1359, a pesar de que se haya querido ligar ambas instituciones, nada tiene que ver una con la otra

El pasado 10 de agosto, Salvador Illa, el líder de los socialistas catalanes se convertía en presidente de la Generalitat de Cataluña. Pero a pesar de que muchos medios han indicado que se convierte en el 133º presidente de esta institución, esta afirmación no es cierta y todo viene de un error histórico: lo que hoy se conoce como Generalitat de Cataluña no tiene nada que ver con la Diputación del General que se creó en 1359, a pesar de que se haya querido ligar ambas instituciones.

Nada tiene que ver una con la otra. La actual Generalitat de Cataluña se institucionalizó el 17 de abril de 1931, pero solo su nombre y como símbolo. No fue hasta el 15 de septiembre de 1931 cuando se estableció como órgano de autogobierno de Cataluña tal y como quedó promulgada por el Estatuto de Autonomía de 1932.

Pero pronto llegarían tiempos difíciles para el país y con ellos se la institución se vería afectada: quedó suspendida desde el mes de octubre de 1934 a febrero de 1936; a partir de 1939 se mantendría en el exilio hasta la llegada de la Transición. Durante esos años, el presidente del Gobierno Adolfo Suárez y el presidente de la Generalitat en el exilio Josep Tarradellas, decidieron reestablecer aquel órgano de autogobierno que había sido suspendido durante la dictadura de Franco. Esto ocurría en 1977 y Tarradellas dejó de ser presidente en el exilio.

Por su parte, la Diputación del General era un órgano que dependía de las Cortes Generales y se encargaba de recaudar donativos, administrar impuestos interpretar las constituciones –normas promulgadas por el conde de Barcelona y aprobadas por las Cortes catalanas– y defender las leyes en vigor.

Como podemos ver, ambas instituciones tuvieron un origen muy diferente. Mientras una dependía de las Cortes y del Rey, la segunda es un órgano de autogobierno que, en un sistema parlamentario, es el partido que gobierna Cataluña el que tiene la presidencia de la Generalitat. En resumen, no es lo mismo un organismo de recaudación medieval que uno de autogobierno autonómico democrático.

En su origen era un impuesto

La Diputación del General se creó en el 1289 durante las Cortes que hubo en Monzón. La de Cataluña no fue la única, sino que se estableció una en el Reino de Aragón y otra en el Reino de Valencia. Cada territorio de la Corona de Aragón tenía su propia Diputación del General. Se conoce como generalidad porque este era el nombre del impuesto que el Rey aplicaba a los súbditos de la Corona de Aragón. Eran unos aranceles o impuestos indirectos sobre el tráfico de mercancías y el consumo. Con el tiempo se impuso el nombre de Generalitat por encima de Diputación del General. Así pues, el nombre Generalitat de Catalunya, en su origen, era un impuesto.

Teniendo en cuenta que el brazo eclesiástico siempre presidía las reuniones –a no ser que hubiera un miembro de la Familia Real– se consideraba que el diputado con un cargo eclesiástico superior era el «presidente» de aquel consistorio colegiado. Con lo cual, la mayoría de los llamados presidentes de la Diputación del General fueron miembros de la Iglesia. El obispo de Gerona, Berenguer de Cruïlles, fue el primer «presidente» de esta institución. El último diputado eclesiástico de la Diputación del general del Principado de Cataluña –pues este era su título y no el de presidente– fue Josep de Vilamala. Con el decreto de Nueva Planta quedó abolida y olvidada esta institución.

Es el 12º y no el 133º

Años después, en 2014 el entonces presidente de la Generalitat hacia unas declaraciones con las que comenzaría el equívoco: «Tengo el honor de ser el 129º presidente de la Generalitat de Cataluña, institución creada en 1359 y que desde la primera presidencia de Berenguer de Cruïlles ha reflejado durante casi siete siglos la voluntad de autogobierno de los catalanes». Nunca Berenguer de Cruïlles o los otros diputados eclesiásticos de la Diputación del General del Principado de Cataluña tuvieron las mismas atribuciones que Artur Mas o que Salvador Illa.

Entonces, ¿qué número de presidente sería Salvador Illa? Teniendo en cuenta que este órgano de autogobierno fue creado en 1931, han sido presidentes de la Generalitat Francesc Macià, Lluís Companys, Josep Irla, Josep Tarradellas, Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla, Artur Mas, Carles Puigdemont, Joaquím Torra y Pere Aragonès. Con lo cual, el actual presidente no es el 133º, sino el duodécimo.

Cabría incluir un nombre que muchas veces se olvida. Cuando Lluís Companys proclamó el Estat Català, el 6 de octubre de 1934, fue depuesto como presidente. La Generalitat de Cataluña estuvo en funciones hasta que quedó suspendida por decreto de 2 de enero de 1935. Durante este periodo de tres meses hubo un presidente accidental de la Generalitat de Cataluña. Se llamaba coronel Francisco Jiménez Arenas. No se lo perdonaron nunca –al ultrajar un militar esa icónica institución– y el 2 de septiembre de 1936 un grupo de milicianos anarcosindicalistas lo sacaron del barco Uruguay, donde estaba encarcelado, y lo asesinaron.