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Recreación de la Atlántida

Atlántidas reales: tres ciudades que existieron y quedaron debajo del agua

El Debate recoge tres ejemplos reales de Atlántidas, ciudades sumergidas que existieron de verdad y que la arqueología ha sacado a la luz

Para unos, la Atlántida es una mera historia ficticia que da rienda suelta a la imaginación; para otros, este gran enigma puede ser el núcleo de una avanzada civilización perdida. Por ello, durante años, encontrar esta mítica ciudad y civilización sumergida en el agua ha sido el sueño de muchos historiadores, arqueólogos y aventureros.

Aunque probablemente la Atlántida sea una urbe ficticia que sirvió al filósofo Platón como una especie de parábola para exponer sus teorías y desarrollar un modelo de sociedad justa, virtuosa y perfecta o una alegoría a la grandeza de la Grecia de Platón; los arqueólogos han encontrado restos de otras ciudades sumergidas que mantienen vivo el interés por buscar y encontrar algún día la legendaria ciudad.

El Debate recoge tres ejemplos reales de Atlántidas, ciudades sumergidas que existieron de verdad y que la arqueología ha sacado a la luz.

Port Royal

Situada al sureste de Jamaica, Port Royal fue conocida como «la ciudad más perversa del mundo». Su mención recuerda a las imágenes de piratas, saqueos, pillajes y devastación tras su fundación por los ingleses, pues mucho antes de que ellos tomasen la isla en 1656, España tenía el control de este territorio estratégico desde el que vigilaba y protegía las rutas comerciales del Caribe.

Terremoto de Port Royal, por Jan Luyken y Pieter van der Aa

Sin embargo, tras 146 años, los ingleses invadieron Jamaica e hicieron de esta pequeña, pero importante islote, la cuna de piratas y corsarios al servicio de la pérfida Albión. Según el escritor norteamericano James Michener, en su obra titulada Caribe, describe Port Royal como una ciudad «sin ninguna restricción de ningún tipo», donde los piratas arribaban por la noche «para hacerse cargo del lugar».

Piratas y corsarios de la calaña Myngs, Drake, Morgan o Read, descansaron y se refugiaron en esta isla antes de continuar en su intento de socavar el casi total dominio hispano en el Nuevo Mundo y de su comercio. Alentados y apoyados por la reina inglesa para realizar actividades ilegales se encargaron de hacer la vida imposible al Imperio español. Sería en el año 1692, momento en el que se encontraba en su máximo apogeo, cuando una combinación de terremoto y tsunami acabarían hundiendo la ciudad. Los arqueólogos submarinos han podido encontrar e investigar edificios de la época prácticamente intactos.

Ciudad Krishna-Dwarka

El gobierno de la India anunciaba en 2001 el descubrimiento, a 36 metros de profundidad, de una serie de ruinas de una antigua civilización cerca de la costa de Guyarat, en el golfo de Khambat.El yacimiento submarino presentaba estructuras separadas que pudieron albergar en su tiempo viviendas, un granero, una ciudadela, una zona de baños y hasta un sistema de drenaje.

Además, se recuperaron fragmentos de cerámica y piezas de madera que, tras ser analizados a través de la técnica del carbono 14, se pudo averiguar que la ciudad podría haber sido construida entre los años 7.545 y 7.490 a.C. Su descubrimiento se ha asociado a Dvaraka, la ciudad sagrada del hinduismo, jainismo y budismo que fundó Krishna.

Según la leyenda tendría 70.000 palacios construidos en otro, plata y otros metales preciosos, y que a diferencia de otras ciudades, ésta acabaría sumergida tras la muerte del dios.

Alejandría sumergida

Gran parte de la urbe que fundó Alejandro Magno, considerado uno de los Nueve de la Fama que encarnaron el ideal de caballero medieval, se hundió bajo las aguas del Mediterráneo. Al igual que ocurrió en Port Royal, se produjo un primer terremoto en el año 365 d.C. que iría acompañado de otros fuertes movimientos de tierra y violentas mareas provocaron su desaparición, además de dejar un saldo de miles de muertos.

Restos de la Alejandría sumergida

De esta manera quedó sepultada esta metrópoli que en otro tiempo fue la capital de Egipto convirtiéndose en una ciudad muy importante de la cultura y la dinastía helénica en el país del Nilo durante cerca de diez siglos.

Fue gracias al trabajo de un equipo de arqueólogos submarinos capitaneados por el francés Franck Goddio por el que se recuperaron las ruinas de Alejandría a 30 metros bajo el agua. Aunque gran parte de la ciudad antigua permanece bajo el agua, las prospecciones han revelado la estructura del puerto principal y otros sitios clave, como el palacio real en la península de Loquias. Gracias a su labor, se han rescatado más de 18.000 objetos.