La colección de cromos que mantiene viva la historia de los héroes del Imperio español
A través de este soporte que combina lo visual con lo sonoro, Qromo Imperium hace un tributo a las vidas de 60 personajes que hicieron del español un imperio grande durante 400 años
Una pieza de la historia de España en la palma de la mano. Es más, varios engranajes de la historia del Imperio español que pueden ser coleccionables. Esta es la premisa de Qromo Imperium, un proyecto que presenta la excelencia del coleccionismo histórico a través de una serie de cromos con la imagen y la historia de aquellos hombres y mujeres que a lo largo de cuatro siglos «no solo contribuyeron a forjar y desarrollar un imperio, sino que sus acciones y obras, con sus defectos y virtudes, crearon un sentimiento común y universal: la Hispanidad», reza su página de presentación.
De esta forma, la Colección Imperio Español de Qromo Imperium comienza su andadura con una primera temporada en la que se ha seleccionado 60 personajes singulares por el equipo de historiadores. Algunos de ellos son mundialmente conocidos, otros, a pesar de sus gestas, casi olvidados.
Al frente del proyecto se encuentra Fernando Álvarez Prieto, un ávido coleccionista y amante de la historia que, como tal, quiso combinar ambas pasiones creando «un soporte coleccionable, actual y atractivo, pero que a su vez fuese fuente de información que te explique, te comunique» la historia que posees en tus manos, detalló durante la presentación de Qromo Imperium. Junto a él figuran los historiadores Melquíades Prieto y José Luis Hernández Garvi, que con el mayor rigor histórico han escrito las biografías de los personajes que componen esta primera temporada, pues la idea es seguir ampliando la colección anualmente para crear «la más completa colección de protagonistas del Imperio español».
«Partiendo de este formato de cromo –un soporte que conoce todo el mundo y que alrededor de un 34 % de españoles dice ser coleccionista– y usando la tecnología hemos conseguido, por un lado, una imagen muy realista de lo que pudo ser», explicó Álvarez Prieto. «Hemos imaginado cómo podrían ser», son recreaciones «oníricas» porque «el material visual que tenemos es muy pobre» por lo que «a partir de la información hemos creado una foto», indicó el director del proyecto. «Son fotos de cómo pudieron ser» en el momento en el que realizaron sus respectivas hazañas.
En este sentido, cada cromo o qromo muestra una rigurosa recreación artística de cada personaje, realizada por el ilustrador David Serrano con la ayuda de herramientas de inteligencia artificial «en la que se ha tenido en cuenta cada detalle aportado por las fuentes históricas disponibles», advierte el equipo en nota de prensa. Después, gracias a un equipo multidisciplinar especialista en ámbitos como el armamento, la vestimenta o en instrumentos musicales de los cuatro siglos que abarca la colección, se ha revisado cada detalle para no descuidar el rigor histórico.
Las recreaciones están impresas, con la máxima calidad, sobre una pieza de acero inoxidable de 400 micras y en una edición limitada que cuenta con 2.492 unidades de cada personaje. Además, vienen acompañadas de los datos y características personales más relevantes de cada protagonista que se recoge en un código QR en el reverso del qromo, a través del cual se podrá acceder a la síntesis biográfica narrada de cada héroe.
Esta es una de las «innovaciones» de esta colección, subraya Álvarez Prieto. Lo que permitirá «escuchar sus historias con otras personas. Esta es una manera de que los jóvenes empiecen a tener acceso a la historia de su país», afirma. Esta opción aporta un «valor añadido» al qromo que, además, «está permitiendo crear la primera audioteca en España de los personajes del Imperio español», adelanta.
Pero la expansión y desarrollo del Imperio español fue posible no solo por aquellos cuyo nombre y apellidos son bien conocidos, sino que también pudo perdurar durante 400 años gracias a «gente más de a pie», personas que tuvieron una labor significativa dentro del Imperio, pero que no tuvieron la fama de Magallanes, Elcano, Isabel la Católica, Cortés y un largo etc., comenta Álvarez Prieto. Por lo que, para tener una colección lo más diversa posible, se han clasificado estos héroes en cuatro categorías: épicos, baluartes, genios y olvidados.
Protagonistas como Juana de Austria, de cuya biografía se ha encargado Melquíades Prieto. Hija de Carlos I de España e Isabel de Portugal, Juana de Austria fue una de las regentes más importantes de nuestra historia. Según explicó el historiador, escogieron a este personaje «porque reunía una serie de condiciones muy particulares. Era hermana de rey, madre de rey, gobernadora en muchos momentos en los territorios españoles» donde demostró sus dotes para gobernar con sabiduría y tomar decisiones estratégicas, así como cultivar alianzas y garantizar la estabilidad en la corte española. Pero, este personaje tan relevante, tiene «una singularidad que posiblemente nadie todavía haya podido repetir», desveló Prieto. «Es la única mujer, al menos reconocida públicamente, que es jesuita».
Pero también encontraremos personajes como Domingo Badía, cuya vida es digna de una serie o película, considera José Luis Hernández Garvi, el encargado de revivir la historia de este gran personaje. «Hemos oído hablar de Lawrence de Arabia, de Livingstone y de tantos personajes míticos que el mundo anglosajón nos ha vendido», pero –como ocurre casi siempre en la historia– antes hubo otro espía español. Conocido como Ali Bey, «se infiltra en el mundo árabe para conseguir información y, a su vez, mejorar las relaciones diplomáticas y económicas de España con ese mundo que permanecía hermético», adelanta Hernández Garvi.
Estos dos personajes reflejan el empeño del proyecto por resaltar y subrayas biografías de personajes clave en la historia de España, pero que quizá no son tan conocidos por el gran público. Héroes de todas las partes del mundo que siglos atrás formaron parte de un mismo Imperio. «Personajes que se pusieron al servicio del Imperio español como súbditos y que hicieron que fuera lo que fue: un Imperio grande. Porque nunca hubo colonias. Un americano podía ser tan español como un señor de Cuenca o uno en la corte madrileña. Y eso fue lo que consiguió el Imperio español. Unificar esas culturas», concluyeron.