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Estatua de Isabel la Católica en La Paz, Bolivia

Estatua de Isabel la Católica en La Paz, Bolivia

Vandalizan una estatua de Isabel la Católica en un atentado hispanófobo en Bolivia

«Rendirán cuentas», expresó el alcalde de La Paz tras la actuación del grupo feminista Mujeres Creando

«Colonialismo es despojo, es racismo, es genocidio», fueron las palabras que escribieron miembros del grupo feminista Mujeres Creando en la estatua de Isabel la Católica ubicada en la plaza homóloga de La Paz, Bolivia.

El acto tuvo lugar el pasado 12 de octubre cuando arrojaron pintura roja sobre la representación de la Reina Católica en una «acción reivindicativa» y de rechazo a la supuesta «conquista» que encarna la monarca. Además de estas palabras, la agrupación feminista colocó una corona sobre Isabel I con el mensaje «Patrona del colonialismo» en señal de burla.

En respuesta a este acto vandálico, el alcalde la ciudad, Iván Arias, ha expresado su «rechazo y repudio» a las actuaciones que generan aquellas personas que se hacen llamar 'feministas': «Destruyen lo que corresponde a todos los bolivianos. Manchan todo por lo que la mujer ha ido luchando estos cientos de años», criticó Arias tras subrayar su «dolor» por lo ocurrido, según recoge el medio ReligiónenLibertad.

«Tendrán que rendir cuentas»

Por otro lado, el alcalde de La Paz aseguró que tomarán acciones judiciales contra Mujeres Creando y anima a los ciudadanos a que «tomen conciencia» y «apoyen» sus medidas. Además, Arias señaló, en declaraciones posteriores a los medios locales, que había «dos formas de hacerse famoso: una proponiendo soluciones, mirando al futuro», pero otros escogen la otra vía, la de «echar miseria» y «odio».

Y añade que esta vandalización de la estatua de Isabel la Católica provoca «asco» y no «admiración» por lo que «tendrán que rendir cuentas», asegura.

Estas críticas han sido apoyadas por los paceños que han desaprobado igualmente el desarrollo del atentado: «Están arruinando la plaza, fura de aquí», espetó un viandante que presenciaba el suceso.

Por su parte, el secretario de Cultura y Turismo, Américo Gemio, lamentó la destrucción de «una obra restaurada». En este sentido, la Alcaldía paceña anunció «procesos legales» contra las líderes de Mujeres Creando con el fin de que se hagan responsables de la restauración de la estatua y los arreglos.

Del mismo modo, la directora de Asuntos Jurídicos del municipio, Amparo Morales, informó que ya se ha iniciado un proceso penal en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC): «Es un hecho delictivo. Se está cometiendo el deterioro y destrozo de bienes del Estado. Tendrán que asumir las consecuencias», afirmó.

Restauración del patrimonio

Morales recordó también que más allá del daño estético, el problema en la restauración de monumentos es que requiere materiales costosos para evitar su deterioro. Por ello, una unidad de patrimonio cultural realizará la evaluación.

El monumento a Isabel la Católica de La Paz fue erigido en la ciudad en 1928 acompañado de una talla con los escudos de Bolivia y España como regalo de la comunidad española en Bolivia y realizado por el escultor español Jaume Otero. Además de ser percibida por los bolivianos con aprecio, en 2016, tanto la plaza como la escultura de la Reina Católica fueron declaradas por el Consejo Municipal patrimonio arquitectónico y urbano de la ciudad de La Paz bajo la ley 186/2016.

Este no ha sido el primer ataque a la figura de Isabel la Católica. Ya en 2020, coincidiendo también con el día de la Hispanidad, Mujeres Creando revistió la estatua de la reina española con vestimenta indígena a modo de reivindicar a la mujer de sangre indígena frente a «la mujer blanca».

Sin embargo, solo cabe recordar que la misma reina a la que tachan de «colonialista» fue quien procuró que los indios no recibiesen «agravio alguno».

Tras el regreso de Colón, Isabel I redactó una serie de órdenes de cara a los siguientes viajes que se realizarían. La Reina Católica ordenó pues, que tratasen «a dichos indios muy bien y con cariño, y abstenerse de hacerles ningún daño, disponiendo que ambos pueblos debían conversar e intimar y servir los unos a los otros en todo lo que puedan».

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