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Retrato de Frédéric Bazille por Etienne Carjat

Retrato de Frédéric Bazille por Etienne Carjat

Paul Bazille, el gran pintor impresionista injustamente olvidado que murió tras luchar en la guerra

La obra de Frederic Bazille apenas se reduce a 55 cuadros. Lamentablemente, su carrera artística fue demasiado corta, apenas seis años, al morir en un campo de batalla de la Gran Guerra

Si les mencionara el nombre de Frederic Bazille (1841 – 1870) la inmensa mayoría de ustedes no reaccionaría. Para ustedes sería un nombre cualquiera de un francés desconocido.

Bazille nació en Montpellier en el seno de una familia de la burguesía media alta. Su padre fue senador y acomodado propietario de la zona. Como otros artistas comenzó sus estudios con la idea de dar contento a sus padres que siguiendo la propia inclinación. Por este motivo, poco tiempo después abandonaba los estudios de medicina, por la que no tenía interés alguno, pues su verdadera pasión era otra: la pintura.

Viajó a París y, aconsejado por su primo, el pintor Eugene de Castenau, se matriculó en el estudio del pintor Charles Gleyre. Fue bajo su tutela que fue perfeccionando su técnica y, mucho más importante para su futura carrera, entabló una amistad de por vida con dos compañeros de estudios: Claude Monet y Auguste Renoir.

A lo largo de su corta vida, Bazille siempre compartiría estudio con estos dos queridos amigos. Fueron ellos quienes le abrieron las puertas a un grupo de jóvenes y rebeldes artistas. Individuos contestatarios a las normas estéticas dictadas por la Academia de Bellas Artes de París y la buena sociedad parisina. Al poco Bazille se encontró plenamente aceptado en el seno de aquel pintoresco grupo entre los que se encontraban artistas como: Degás, Sisley, Pissarro, Cézanne, Morisot, Manet, el escritor Émile Zola, el poeta Paul Verlaine, etc.

Este grupo, con su nueva y revolucionaria visión estética vio como su obra no era aceptada, cuando no rechazada de plano, por el prestigioso Salón de París que anualmente organizaba exposición y premios. Por ello decidieron organizar su propia exhibición y para ello utilizaron el estudio de Bazille. Fue allí, en 1867, cuando Monet presentó su El desayuno sobre la hierba que daba réplica al cuadro homónimo de Manet y que se considera iniciador del movimiento impresionista. La propia obra de Bazille muestra las características y le sitúa como uno de los protoimpresionistas.

Bazille es alabado por el público, su obra es aceptada y empieza a llamar la atención. Sus compañeros le aprecian y sus amigos le quieren. En líneas generales es un joven artista con un brillante futuro, poseedor de un gran talento que está empezando a madurar y una persona cuyas virtudes y bondades naturales le hacen agradable por cuantos le tratan. El joven Paul, de veintiocho años de edad, estaba firmemente asentado en una senda que llevaba al éxito, al reconocimiento... hasta que estalló la guerra.

En 1870 se inició la llamada Guerra franco-prusiana. Conflicto buscado por el canciller alemán Otto von Bismarck con el objeto de consolidar los cimientos de una nacionalidad común de todos los reinos y principados alemanes, bajo un imperio regido por un monarca de la casa de los Hohenzollern.

Paul Bazille se presentó voluntario, lleno de fervor patriótico. El nuevo soldado fue rápidamente encuadrado en el tercer regimiento de zuavos (un tipo de infantería ligera) y por su edad, estudios y falta de preparación para el combate se le puso en intendencia. Al poco tiempo ascendió a sargento y, más tarde, a sargento mayor. El 28 de noviembre su regimiento se vio envuelto en los combates de lo que sería bautizado como la batalla de Beaune la Rolande. Allí el ejército francés atacó a las atrincheradas tropas alemanas que ocupaban la población.

Una representación casi contemporánea de la batalla de Beaune la Rolande

Una representación casi contemporánea de la batalla de Beaune la Rolande

Durante el combate, Bazille acabaría tomando el mando de los restos de su unidad —todos los oficiales habían caído— y lideró la última carga del regimiento contra las posiciones prusianas. El artista cayó alcanzado por dos proyectiles: en el brazo y en el estómago. Recogido moribundo en el campo de batalla, falleció pocos días después. Jamás llegó a cumplir los veintinueve años.

La obra de Frederic Bazille apenas se reduce a 55 cuadros. Esta breve creación de un genio en desarrollo nos muestra a un artista al mismo nivel que los grandes maestros del impresionismo. Lamentablemente, su carrera artística fue demasiado corta, apenas seis años. Murió heroicamente y fue rápidamente olvidado. Tal es, muchas veces, el destino de las personas.

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