El sueño de una confederación india que plantase cara a los Estados Unidos
Si Estados Unidos arrebató la mitad del territorio a los mexicanos en la guerra de 1846 a 1848, anteriormente había despojado de la mayor parte de sus tierras a los indios del Noroeste
El 20 de agosto de 1795, una alianza de tribus indias al noroeste del río Ohio fue derrotada por un ejército estadounidense en Fallen Timbers. El tratado de paz consiguiente obligó a los indios a ceder casi dos terceras partes del actual estado de Ohio y una de la actual Indiana a los blancos. Pero uno de sus jefes, el shawnee Tecumseh (1768-1813) se negó a firmarlo y planteó la resistencia. Visitó y habló con distintos grupos indígenas, convenciéndoles de la necesidad de volver a una colaboración mutua, esperando que las relaciones entre Gran Bretaña —que controlaba Canadá— y Estados Unidos empeorasen y volvieran a declararse la guerra, como en 1775. Ese sería el momento en que las tribus indias aprovecharían para levantarse contra la imposición de los Estados Unidos.
Pero el avance colonial desde el este avanzó por Ohio, sumergiendo en un estado de desesperación a los indios. Muchos de estos guerreros vagaron por alrededores de pueblos y fuertes creados por los americanos, mendigando y entregándose al alcohol. Los cotos de caza se vaciaron ante el avance de los colonos, el hambre cundió y muchos indios pensaron en vender sus tierras a los blancos para emigrar al oeste.
Sería el momento en que las tribus indias aprovecharían para levantarse contra la imposición de los Estados Unidos
Pero un hecho inesperado ayudó a fomentar la confederación de indios: el chamán Tenskwatawa, hermano de Tecumseh, proclamó que había tenido visiones, proclamando que «el maestro de la vida» le había revelado que los indios únicamente gozarían de nuevo de paz y felicidad cuando hubiesen vuelto a practicar la vida y costumbres de sus antepasados. Asimismo, afirmó que su hermano Tecumseh era el caudillo que habría de unificar a las tribus y guiarles por el camino hacia su vida ancestral. El 16 de junio de 1806 —aprovechando un eclipse solar— Tenskawatawa «obligó al sol a ennegrecerse», lo que aumentó su influencia sobre las tribus de los kickapoo, sac, fox, ottawa y potawatomi.
El gobernador americano Harrison intentó minar la reunión de naciones indias, comprándoles tierras en Indiana a precios ridículos y acordando tratados por separado con once tribus distintas. Pero Tecumseh afirmó que todo el territorio al norte del río Ohio pertenecía por igual a todas los nativos de la región y, secretamente, decidió reunirse con militares ingleses en Canadá y delegaciones indias el 15 de noviembre de 1810. Allí les anunció su intención de declarar la guerra a los norteamericanos, pero los británicos frenaron sus ansias bélicas, al no poder ayudarle, ya que se encontraban en plena lucha contra Napoleón en Europa.
En los años siguientes, las conversaciones continuaron de tal manera que algunos ingleses vendieron armas a los indios, los cuales atacaron granjas aisladas y puestos fronterizos, lo que motivó la declaración de guerra de Estados Unidos a Gran Bretaña el 18 de junio de 1812. A pesar de tener tan solo 4.500 soldados, los británicos supieron aprovechar a sus aliados indios con Tecumseh pues, juntos, rechazaron a los norteamericanos al mando del general Hull pese a tener fuerzas mayores.
El 9 de agosto siguiente, Tecumseh fue herido en una pierna en la batalla de Monguaga que provocó la retirada de Hull del Canadá. El general británico Isaac Brock sitió a los americanos en Detroit y, con la ayuda de Tecumseh, logró la rendición de la guarnición que apenas ofreció resistencia.
Estas victorias aumentaron el prestigio del jefe indio y de su sueño de una confederación de tribus libres, de tal manera que una parte de la tribu de los creek se sublevó al año siguiente. Pero Brock fue herido de muerte el 13 de octubre de 1812, provocando la pérdida de iniciativa del ejército inglés en Canadá y su sustitución por el mayor general Henry Proctor.
El nuevo comandante sentía un profundo desprecio por los indios y por Tecumseh. Al año siguiente, la flota norteamericana derrotó a la británica en el lago Erie, lo cual animó a Harrison a invadir nuevamente el Canadá con 3.000 soldados que se enfrentaron a los 700 de Brock y los 1.000 guerreros de Tecumseh en la batalla del río Thames el 5 de octubre de 1813.
El mando inglés ordenó, en vez de formación compacta, un despliegue de sus fuerzas que fueron fácilmente arrolladas por la caballería estadounidense. Pero no les fue fácil a la infantería americana desalojar y derrotar a las unidades indias que, finalmente, terminaron luchando cuerpo a cuerpo hasta su final. El cuerpo de Tecumseh no fue encontrado, por lo que se supuso que sus fieles guerreros lograron enterrarle en un sitio secreto.
Los norteamericanos se apoderaron de la zona de los Grandes Lagos y afianzaron su poder en el Noroeste, obligando a las tribus indias a desplazarse al oeste del Mississipi. El canto del cisne lo protagonizó un jefe sauk llamado Halcón Negro —veterano de la guerra de 1812— que se rebeló contra las imposiciones norteamericanas e intentó resistir en Illinois con sus guerreros en 1832. Su breve rebelión acabó con la matanza de Bad Axe y la muerte de cientos de nativos mientras trataban de huir. De esa manera finalizó el proyecto de un estado indio independiente de Tecumseh.