
La nao 'Victoria', una de las cinco naves en la expedición de Magallanes en un mapa de Abraham Ortelius de 1589
Quién fue Vasquito, el niño que dio la primera vuelta al mundo con Elcano en 1522
Cobró más de 41.000 maravedíes por su trabajo en la expedición, pero el dinero lo recibió su madre porque Vasquito era muy pequeño
Hambrientos, con una nao destrozada y la posibilidad de ser apresados por los portugueses, Juan Sebastián Elcano y los supervivientes de la nao Victoria navegaron por la costa oeste africana, en busca de alimento y agua. Entre ellos estaba Vasquito, del que desconocemos su edad, pero fue el único niño superviviente de esos tres largos años de expedición y además el primero en dar la Primera Vuelta al Mundo.
Sabemos que su padre era Vasco Gallego, uno de los pilotos de la Casa de Contratación que embarcó en la Vitoria por orden del rey. Antes de partir de Sevilla pidió que le acompañase su hijo, que, como tantos otros niños de la expedición, haría todo tipo de trabajos a bordo como paje de algún otro tripulante.
Su padre enfermó durante la travesía del Pacífico, a falta de seis singladuras para alcanzar la isla de los Ladrones. Vasquito y el resto de los tripulantes habían vivido ya varias deserciones, naufragios y todo tipo de desgracias, lo que no impidió que la expedición continuase.
Solo dos de las cinco naos llegaron a las Molucas, pero el destino de ambas sería diferente. Elcano, comandante de la nao Victoria, decidió que regresarían a España navegando hacia poniente, «volvieron por donde él dijo para evitar los vientos monzones y que pudiesen ser apresados por una escuadra portuguesa. Decidió lanzarse hacia el Índico sur, un océano inexplorado y desconocido», como demuestra el testimonio del grumete Martín de Ayamonte. La otra embarcación regresaría por donde habían venido, pero eso ya es otra historia.Vasquito y Elcano en Cabo Verde
Tras navegar el Índico, atravesar el peligroso Cabo de Buena Esperanza y parte de la costa suroeste africana, la nao Victoria estaba cerca de las costas de Guinea buscando alimentos sin éxito, solo encontraron manglares. Las muertes a bordo se acumulaban por la falta de alimento y agua potable. Elcano y su reducida dotación debían encontrar un puerto para hacer víveres y reponer fuerzas antes de continuar su viaje, pero aquellas costas eran portuguesas.
Solo había dos opciones: hacer víveres en Cabo Verde, o seguir hasta España sin parar sabiendo que podrían morir de inanición. Ante una decisión de tal importancia, Elcano decidió someterla a una votación en la que ganó la opción de Cabo Verde. No era solución menos peligrosa porque podían ser capturados por los portugueses, que se harían con la nave y todo el cargamento de clavo y otras especias que habían trasportado desde las Molucas.
En torno al mes de julio de 1522, la nao llegó a las costas de la isla de Santiago, frente al puerto de Rio Grande, como lo llamo Fernando Albo, actual puerto comercial de Praia.
Una vez frente a la costa, desde la Victoria salió un batel (bote) con 13 hombres, entre los que estaba Vasquito, para comprar víveres. Al principio todo fue bien, «nos dieron mantenimiento cuanto quisimos», pero al cuarto día el bote no regresó a la nao. Habían intentado pagar con clavo uno de los productos y los portugueses se percataron de que esas especias solo podían venir de un sitio: las Molucas, a pesar de que los españoles les dijeron que venían de América y no del cabo de Buena Esperanza.
Los portugueses detuvieron a los 13 tripulantes del batel y exigieron que rindiera la Victoria. Elcano y sus hombres se negaron. El capitán prefería «morir que no ir en manos de portugueses», pero los cerca de 20 tripulantes y la nao destrozada no serían rival para un buque de guerra bien pertrechado. Aprovechando la inacción portuguesa, la Victoria abandonó las costas de Cabo Verde a todo trapo que pudieron dar y pusieron rumbo a España. ¿Qué paso con Vasquito y los 12 prisioneros?
Cuando los 18 supervivientes llegaron a Sanlúcar de Barrameda, Elcano envió una carta al Carlos I, en la que además de explicar que habían dado la Vuelta al Mundo, pidió a su rey que hiciera todo lo posible por liberar a los miembros de la expedición que habían quedado atrás. El emperador envió una misiva al rey de Portugal y 37 días después, nueve de los hombres regresaron a la península, entre ellos estaba Vasquito, al que pagaron 41.360 maravedís, aunque los recibió su madre porque él todavía era muy pequeño.