EEUU
El general Milley y el secretario de defensa comparecen ante el Senado
Resurgencia de al-Qaeda, llamadas a China, y la impotencia de América en tierras afganas
Este martes comparecieron ante el senado de los Estados Unidos el general Mark Milley y el secretario de defensa Lloyd J. Austin, donde fueron interrogados por los acontecimientos en Afganistán del pasado verano. El foco fue la «evacuación caótica» en la que fallecieron 13 miembros de ejército americano y 169 afganos por un ataque de bomba suicida, así como los papeles tanto del presidente Joe Biden como de su predecesor Donald Trump en esta retirada militar.
Lloyd J. Austin declaró de entrada que, a pesar del caos de la estrategia, los planes de evacuar Kabul empezaron la primavera pasada y que conservar la base aérea de Bagram -norte de Kabul- como sede americana habría implicado demasiada presión. Permanecer en Bagram habría conllevado, según Austin, continuar una «guerra» con Afganistán.
Ayudamos a construir un estado, pero no pudimos forjar una nación
La toma de control del Talibán pilló a la armada americana por sorpresa; los soldados que los americanos ayudaron a preparar «se fundieron» inmediatamente sin oponer resistencia a las fuerzas talibanas. «Ayudamos a construir un estado», declaró el secretario de defensa Austin, «pero no pudimos forjar una nación».
Biden en duda
Durante las seis largas horas que duró la audiencia, salieron a la luz una serie de testimonios que contradicen las declaraciones previamente hechas por el presidente Biden. Al parecer, se propuso conservar una pequeña fuerza de 2500 tropas en Afganistán como prevención previa a la retirada; Biden desmintió haber recibido tal consejo, mientras que el general Mark Milley dijo haber estado de acuerdo con la propuesta.
Los senadores republicanos también pusieron en cuestión la decisión de Biden de retirar todas las tropas cuando aún quedaban civiles americanos en el territorio afgano.
Un al-Qaeda reconstituido [es] una posibilidad muy real
Además, ambos generales revelaron con firmeza que el grupo terrorista al-Qaeda sigue presente en Afganistán, contradiciendo otro de los argumentos del presidente; develando que el Talibán aún no ha cortado relaciones con al-Qaeda.
Milley sembró el miedo afirmando que «un al-Qaeda reconstituido o ISIS con aspiraciones de atacar los Estados Unidos son una posibilidad muy real y las condiciones para ello podrían presentarse en los próximos 12-36 meses».
Acusaciones de traición
En un acto descrito por el senador republicano Marco Rubio como «traición», el general Mark Milley confesó haber mantenido conversaciones telefónicas con las fuerzas militares chinas con motivo de su preocupación con la gestión del expresidente Trump.
Pero Milley defendió sus acciones; declara haber considerado su responsabilidad personal el «desescalar» la situación frente a miedos de los chinos de un posible ataque americano. Milley añadió que las llamadas fueron coordinadas con el secretario de defensa y no a las espaldas del gobierno americano.