«El tubo del Magreb»: el conflicto entre Argelia y Marruecos podría dejar a España sin gas

El tubo del Magreb es un gasoducto proveniente de Argelia que cruza Marruecos y desemboca en Cádiz llevando mil millones de metros cúbicos de gas. Mohamed Arkab, ministro de energía argelino, ha decidido no renovar el contrato que vence el próximo 31 de octubre con los suministros Naturgy y Galp. También vence ese día el contrato con la compañía de manutención Megatraz.

La situación es tan delicada, tan perjudicial para los intereses de España, que el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha viajado este jueves a Argelia con el objetivo de asegurar el suministro de gas argelino a España. Fuentes de Exteriores han confirmado que el viaje del ministro se producirá antes incluso de visitar Marruecos para la entrevista que Albares había concertado con el titular de Exteriores marroquí, Naser Burita.

Con motivo del conflicto con el Sáhara Occidental, Argelia renunció a cooperar con Marruecos a finales de agosto. La frontera entre ambos países se mantiene hermética, con la reciente decisión de Argelia de prohibir la entrada o el cruce aéreo a cualquier nave marroquí. 

Ahora, la posible falta de renovación de contrato del «tubo del Magreb» se suma al castigo contra Marruecos, que se encontrará –al finalizar octubre– con un tubo de metal vacío sin el gas que Argelia suministraba.

¿Posible reversión?

A pesar de repercutir gravemente sobre España, Argelia no quiere transmitir con esta decisión hostilidad hacia el territorio español; promete una compensación económica correspondiente al volumen de gas natural licuado perdido en esta resolución. La situación será temporal; a finales de año entra en vigor la nueva capacidad del gasoducto Medgaz, que une Argelia con Almería y ha costado 73 millones de euros.

Ante la posibilidad de perder el suministro por medio del tubo del Magreb, Marruecos ha pedido a España revertir el gasoducto para poder importar gas desde España en vez de exportarlo. Este contraflujo sería legalmente posible pero económicamente difícil, por lo que fuentes del sector descartan que el gobierno vaya a tomarlo como proyecto. 

Al temor de Pedro Sánchez de agravar la tensión con Marruecos se suman preocupaciones de un invierno duro en cuestiones de suministros y una escalada del precio del gas natural. Octubre será decisivo, aunque parece improbable que Marruecos pueda lograr que el gas continúe fluyendo.