Alemania
Desenlace de la «fuga» de la nazi nonagenaria
Irmgard Furchner, de 96 años, ya había avisado de que no se presentaría en el juicio para «evitar la vergüenza» de comparecer en un tribunal juvenil
Se escapó de su residencia de ancianos y la encontraron horas más tarde deambulando por Hamburgo. Irmgard Furchner fue, con 18 años, secretaria de un alto mando de las SS, y deberá presentarse ante un tribunal alemán ahora, a sus 96 años de edad.
La alerta de búsqueda de la anciana se emitió el pasado jueves, iniciando una búsqueda que terminó horas más tarde ese mismo día dando por finalizado la fuga.
Ahora se sabe que la mujer ya había advertido a la fiscalía de que no se presentaría ante el juzgado. En una carta recibida por el juez antes de la huida, Furchner comentaba que «para evitar la vergüenza» y dado a su «avanzada edad y deficiencia física» se negaba a aparecer por el tribunal.
Dado a su juventud en el momento de los crímenes, Fruchner comparecería ante un tribunal juvenil y sería juzgada como tal. En la carta, escrita a mano, la anciana pedía que en su lugar se presentase el abogado.
La defensa de Furchner se construye a partir de su papel en los crímenes; a pesar de haber sido secretaria de un oficial directamente involucrado en los asesinatos en masa de judíos en el campo de concentración Stutthof, trabajó siempre desde un despacho y no llegó a comprobar, o supuestamente intuir la magnitud del horror. Con todo, la fiscalía la acusa de haber sido cómplice en 11,412 casos de asesinato.
Resulta entonces que Irmgard Furchner no se había fugado como tal- al menos según su propia percepción. A sus ojos, su ausencia en el juzgado estaba avisada y el paseo era parte de una rutina normal. Por su avanzada edad, la exsecretaria nazi sufre de condiciones que le avergüenza mostrar en público, y que había intentado ya usar como excusa hace meses – evitando incluso vacunarse contra el COVID-19 con la esperanza de aquello la eximiera de presentarse ante el tribunal juvenil.
Frederike Milhoffer, portavoz del juzgado, aclara que «todas las medidas legales necesarias» se tomarían para asegurar que Furchner acudiera a la próxima cita. Incluso si es sentenciada, la tendencia de casos similares indica que al tener 96 años es muy poco probable que vaya a la cárcel.