Encuentro histórico entre el Papa Francisco y el presidente Joe Biden

Muy puntual Joe Biden y su esposa Jill Biden llegaron a su cita con el Papa Francisco en la sede de El Vaticano. Una larga comitiva y amplio dispositivo de seguridad acompañaron al mandatario estadounidense mientras la guardia suiza flanqueó todos los costados del patio de San Dámaso donde la pareja descendió de su limusina.

Bajo la bandera de Estados Unidos que ondeaba como anfitriona en el balcón principal del edifico y una batería de periodistas, Biden y Jill saludaron a los delegados del Papa que los recibían a pie de plaza.

Es la primera vez en más de medio siglo que un líder católico estadounidense se reúne en El Vaticano con el jefe de la Iglesia Católica. Después de John F. Kennedy, Biden es el segundo católico elegido para la Casa Blanca, que se reúne con un Papa en la Santa Sede.

El presidente John F. Kennedy y el papa Pablo VI se reunieron en El Vaticano el 2 de julio de 1963. Ese encuentro fue histórico también: el primer presidente católico de los Estados Unidos estaba viendo personalmente y en privado al pontífice católico romano días después de su elección como Papa.

Pero Biden y Francisco ya se conocían. Como vicepresidente, Biden asistió a la toma de posesión de Francisco en 2013 y lo atendió durante su visita a Washington en 2015, antes de volver a reunirse con Francisco en El Vaticano en 2016 para una conferencia sobre medicina regenerativa.

La visita del Papa Francisco a los Estados Unidos en 2015 fue particularmente conmovedora para Biden, ya que se produjo solo unos meses después del fallecimiento de su hijo, Beau Biden, debido a una forma agresiva de cáncer cerebral.

Entonces, relata el propio Biden, el papa Francisco «pidió reunirse con la familia en el hangar del aeropuerto cuando salía de Filadelfia», relató el propio Biden en una entrevista con la CBS. «Entró. Teníamos 16 miembros de la familia allí, y no solo habló sobre Beau, habló en detalle sobre Beau, sobre quién era y sobre los valores familiares y sobre el perdón y la decencia».

Biden también ha admitido que «soy un gran admirador de Su Santidad, de verdad lo soy» e incluso guarda una foto de él y Francisco en la Oficina Oval.

Ambos líderes han pasado más tiempo juntos que quizás cualquier presidente y papa anterior de los Estados Unidos, asegura Shaun Casey, investigador principal del Centro Berkley para la Religión, la Paz y los Asuntos Mundiales de la Universidad de Georgetown.

«Estos muchachos se conocen, y creo que se sienten cómodos el uno con el otro y tienen una relación que parece ser muy cálida y muy genuina» aseguró Casey, quien trabajó como representante especial para la religión y asuntos globales del Secretario de Estado John Kerry durante la administración de Obama.