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Madre migrante estancada en la frontera entre Polonia y BielorrusiaAFP

Las claves para entender la escalada

El chantaje bielorruso que Polonia no acepta

Rusia alega que la principal responsabilidad del arreglo recae sobre la Unión Europea, y las sanciones que impuso a Lukashenko con motivo de sus equívocas elecciones

La Unión Europea acusa a Bielorrusia de proveer de visados a miles de migrantes de Siria, Irak, Afganistán y África para luego hacerles entrar en la Unión Europea por Polonia, Lituania y Letonia. Esta actuación es la respuesta del presidente de Bielorrusia, la antigua Rusia blanca, Alexander Lukashenko, por las sanciones económicas que la UE, Canadá y Estados Unidos le han impuesto tras las equívocas elecciones que le llevaron al poder.

Polonia Cerrada

Polonia cerró el paso fronterizo con Bielorrusia, tras los choques entre militares y policías polacos y migrantes que intentan entrar en la Unión Europea. Varsovia acusa a Minsk de alentar el flujo de migrantes. El portavoz del Gobierno polaco, Piotr Muller, afirmó que hay 14.000 migrantes presionando para intentar cruzar a Polonia. La vecina Lituania informó de una situación parecida en su frontera con Bielorrusia.

El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, calificó la situación de «escalada armada» y «ataque híbrido»: «Está en juego la estabilidad y la seguridad de toda la Unión Europea. No nos intimidarán». En esa línea, el director de la Oficina de Seguridad Nacional de Polonia, Pawel Soloch, anunció que esperan que «en las próximas horas grupos de cientos de personas reanuden los ataques contra nuestra frontera».

Bielorrusia juega al buenismo

El Ministerio de Defensa bielorruso indicó que Polonia ha desplegado más de 10.000 militares en la frontera, violando los acuerdos de seguridad conjuntos. Con bastante cinismo avisa: «Nos gustaría advertir a la parte polaca de antemano contra cualquier provocación dirigida contra la República de Bielorrusia para justificar el uso ilegal de la fuerza contra personas desarmadas y desfavorecidas, entre las que hay muchos niños y mujeres».

Es inaceptable que Bielorrusia juegue con la vida de las personas con fines políticosAles Hojs, representante del Consejo de la UE

El gobierno de Lukashenko acusa a la UE de violar los derechos de quienes buscan refugio, pero no readmite a los migrantes que intentan volver a Bielorrusia a pesar de que las condiciones climáticas de la zona son hostiles. Algunos de los migrantes testimonian que les llevaron en camiones militares bielorrusos hasta la frontera que les ayudaron a cruzar los soldados bielorrusos. Minsk acusa a Polonia de usar medios «injustificados» para repeler a «personas que buscan protección».

Rusia maneja los hilos

El presidente ruso Vladimir Putin discutió con su homólogo y aliado Lukashenko la crisis migratoria, preocupados por la presencia de tropas polacas en la frontera y «las duras acciones de la parte polaca en relación con los civiles». El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, acusó a la UE: «La principal responsabilidad del arreglo de la crisis migratoria reside ahora en aquellos que crearon las condiciones para el surgimiento de este problema». Lavrov sugirió que la UE pague a Bielorrusia para alentarla a evitar que los migrantes crucen a la Unión Europea. Esta es la clave.

La Unión Europea endurece sus medidas

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen pidió nuevos correctivos contra el régimen bielorruso: «Hago un llamamiento a los estados miembros para que aprueben de una vez el régimen ampliado de sanciones contra las autoridades bielorrusas responsables de este ataque híbrido». Bruselas quiere extender las medidas contra las aerolíneas que transportan a los migrantes de Medio Oriente a Bielorrusia.

«Es inaceptable que Bielorrusia juegue con la vida de las personas con fines políticos», sostuvo el representante del Consejo de la UE, Ales Hojs. La Comisión Europea acusa a Minsk de usar tácticas de gánster para canalizar a los inmigrantes a la UE en represalia por las sanciones que ha recibido por sus turbias elecciones.

La OTAN manifiesta, por su lado, su disposición para «mantener la seguridad en la región».

Esta acción de Bielorrusia, apoyada por Moscú, está inspirada por la que realizó la Turquía de Recep Tayyip Erdoğan usando a los migrantes como moneda de cambio para obtener fondos europeos. Ankara lo consiguió.