Análisis del Gobierno polaco para El Debate
Así se enfrenta Polonia al «ataque cínico y brutal» de Bielorrusia sobre su frontera
El Gobierno de Varsovia comparte con El Debate su estrategia frente a Bielorrusia, con apoyo a la Unión Europea y ferviente protección a sus fronteras
Hace semanas que miles de migrantes ocupan los bosques en la linde de Bielorrusia, a escasos metros de la frontera polaca. Se trata de un flujo migratorio orquestado por Alexander Lukashenko, presidente bielorruso y receptor de una serie de sanciones por parte de la Unión Europea. Con el objetivo de ejercer presión sobre esta, las fuerzas al servicio de Lukashenko empujan y fuerzan a más de 3.000 migrantes de Oriente Medio a cruzar la frontera sin autorización, invadiendo Polonia.
El Gobierno polaco ha respondido a las preguntas de El Debate, que busca compartir la perspectiva y planes del mismo respecto a la crisis migratoria que actualmente plaga su frontera con Bielorrusia.
Una situación dramática y sin precedentes
Así describe Varsovia la presión migratoria sobre su frontera con Bielorrusia. Temen sobre todo que la situación vaya in crescendo, ya que detrás de ella están la mano y las fuerzas de Alexander Lukashenko.
«Bielorrusia sigue organizando transportes desde los países árabes. El régimen bielorruso está buscando abrir nuevos canales para transportar migrantes, y espera recibir más vuelos de Oriente Medio», cuenta el Gobierno polaco a El Debate.
«Hemos observado que un gran grupo de migrantes se concentra desde hace días en Minsk, siguiendo instrucciones militares, y luego es transportado a la frontera con Polonia. Los servicios de seguridad de Bielorrusia no solo supervisan este proceso, si no que fuerzan a los migrantes a cruzar la valla y no les dejan volver, con métodos como disparar al aire».
«Este lunes, el flujo migratorio llegó a la frontera polaca. Los migrantes se dispersaron en los bosques. Las fuerzas militares polacas, la guardia fronteriza y la policía están en alerta y harán todo lo que sea necesario para asegurar la frontera con Polonia y la Unión». «Los inmigrantes gritaban: «¡Alemania!», sugiriendo que lo que muchos de ellos buscan es protección internacional en Polonia».
¿Ve Polonia la posibilidad de que la presión escale a un conflicto?
«Estamos lidiando con situaciones que forman parte de la acción organizada del régimen de Lukashenko. Esta acción busca desestabilizar la frontera entre Polonia y Bielorrusia. La situación no tiene precedente y el riesgo de que escalen las provocaciones es muy real», considera Varsovia en su comunicado al periódico El Debate. «Nuestros soldados […] se enfrentan a soldados bielorrusos agresivos, cansados y frustrados, cuyas reacciones son impredecibles».
Tanto la Unión Europea como los países de occidente son completamente conscientes del uso instrumental que Bielorrusia hace de los inmigrantes
Los migrantes, transportados desde Minsk pero con origen sirio, iraquí, afgano y africano están siendo guiados por los propios oficiales bielorrusos. «Las estructuras del estado bielorruso a cargo de la seguridad de las fronteras internacionales están involucradas en tráfico de humanos», denuncia Varsovia.
Ante el «chantaje» de Lukashenko a la Unión y a Polonia, en lo que Varsovia cataloga de «ataque híbrido», el Gobierno polaco se compromete a «aguantar la presión política y mantener el diálogo con nuestros colegas de Oriente Medio». Se trata del mayor intento de entrar a Polonia por la fuerza, por lo que la principal preocupación del país es «defender fervientemente la frontera».
¿Cómo percibe Polonia el tener que defender este punto de entrada a la Unión Europea?
«Polonia es responsable y tiene la obligación de proteger la frontera de la Unión Europea», responde Varsovia, a pesar de la tensión entre su Gobierno y el europeo. «Estamos a cargo de prevenir cualquier intento de migración ilegal».
Para ello, Polonia ya baraja el izar una valla de 180 kilómetros de largo, a la vez que introduce el estado de emergencia a lo largo de toda su frontera con Bielorrusia, con una extensión máxima de tres kilómetros hacia el interior. Asimismo, urge al resto del mundo a entender y cooperar con la iniciativa de protección: «Tanto la Unión Europea como los países de occidente son completamente conscientes del uso instrumental de Bielorrusia con los inmigrantes».
«Lukashenko fue claro desde el principio: su objetivo es presionar a la Unión Europea y vengarse de Polonia», comunica el Gobierno polaco. Por ello, pide a los medios independientes «que no sean simétricos, ya que la verdad no está en el medio. Lo que está pasando ahora en la frontera es un ataque planificado y avalado por el Estado y es un ataque híbrido a Polonia y la UE».
¿Qué medidas está tomando Polonia para protegerse?
La vecindad inmediata a la frontera polaca alberga ahora a entre 3.000 y 4.000 personas. En Bielorrusia, otras 10.000 esperan para cruzar hasta Polonia.
Los países occidentales deberán seguir imponiendo sanciones a Bielorrusia. Las sanciones son la herramienta más fuerte a nuestra disposición
El Gobierno en Varsovia busca proteger su frontera mediante refuerzos y apelación al dialogo internacional: «El Ministerio de Defensa Nacional de Polonia mantuvo una reunión extraordinaria con un equipo gubernamental de gestión de crisis. El Gobierno polaco mantiene la decisión de defender la seguridad del país y de la Unión Europea. Respetamos nuestros compromisos internacionales. Nos guían los intereses de nuestro país, además de la seguridad de nuestros ciudadanos, tropas, guardia fronteriza y oficiales de policía».
En cuanto a la protección militar, Polonia ha colocado «una docena de tropas polacas, guardia fronteriza y oficiales de policía que están haciendo guardia sobre las fronteras de Polonia, y van a aumentar sus filas. Actuarán en línea con las leyes actuales».
También están en contacto regular con la agencia Frontex, que comparte «analíticas e imágenes satélite». Gracias a ellas, Varsovia monitorea la actividad sobre la frontera diariamente, en permanente contacto con la OTAN y la Comisión Europea.
Asimismo, su primer ministro Mateusz Morawiecki «efectúa videoconferencias con los primeros ministros de Lituania y Letonia», países que se encuentran en situaciones parecidas.
¿Cómo podría ponerse fin a la presión de Bielorrusia?
«Ya utilizamos canales de comunicación para pedir a las autoridades en Bielorrusia que cesen sus ataques híbridos en Polonia y la Unión», comenta Polonia. Por desgracia, sus esfuerzos no dieron fruto, y la posición de Bielorrusia se volvió más violenta, demostrando que no buscan reducir las tensiones.
«Entre acusaciones, negaciones, y amenazas en abierto, nos dimos cuenta de que la narrativa política de Bielorrusia se había tornado agresiva», lamentan los oficiales polacos a El Debate.
Sin embargo, no dejan de recordar que la clave para resolver esta crisis, que afecta a toda la Unión, yace en la colaboración europea.
«Todos los países alrededor del mundo deberían cerrar los consulados con Bielorrusia y parar todos los vuelos a esta», recomienda Varsovia. «Llamamos a Turquía, a Emiratos Árabes y a los países que aún permiten el acceso a los camiones que Lukashenko utiliza para transportar a migrantes a la frontera con Polonia».
El presidente ruso Vladimir Putin, aliado de Lukashenko, sugirió ceder ante la presión del último para evitar sumergir las fronteras de la Unión en una crisis migratoria y humanitaria. Pero Polonia rechaza el tener que ceder, animando al continente a endurecer su posición contra Bielorrusia.
«Los países occidentales deberán seguir imponiendo sanciones a Bielorrusia. Las sanciones son la herramienta más fuerte a nuestra disposición. Pronto, la Unión Europea impondrá una quinta ronda de sanciones, que seguramente no sea la última».