Decepcionante borrador de conclusiones en la Cumbre del Clima para frenar el cambio climático

Este sábado se ha dado a conocer el nuevo borrador de acuerdo, presentado por la presidencia de la cumbre del clima COP26,  el cual insta a los países desarrollados a «al menos doblar» antes de 2025 la financiación para la adaptación de los países en desarrollo al cambio climático. El documento es una apelación de buenas intenciones, de magros resultados concretos. Anticipa un cierre decepcionante para una COP26 que en cierto modo ya nació muerta al darle la espalda los presidentes de China, el país más contaminador del planeta, y Rusia. Chinos y saudíes ni siquiera han aceptado las peticiones de que sean transparentes y faciliten sus cifras reales de emisiones. Una vez más, mientras Occidente parece tomarse el envite en serio y toma medidas, con el consiguiente coste para los bolsillo de sus ciudadanos, los regímenes autoritarios se lo toman con calma y siguen recurriendo al carbón.

La cuestión de la financiación climática es uno de los principales escollos hasta el momento para encontrar un pacto en la cumbre de Glasgow (Reino Unido), que debía de haber acabado ayer, viernes.

El texto mantiene el llamamiento a acelerar la eliminación del carbón y de los «subsidios ineficientes a los combustibles fósiles» y toma nota «con seria preocupación» de que con los objetivos nacionales de reducción de emisiones anunciados hasta ahora la temperatura subirá un 13,7 % en 2030 con respecto a 2010.

Los observadores coinciden pese a todo en que el nuevo borrador no aporta excesivas novedades

En el mismo punto en el que se pide acelerar el fin de las subvenciones a los hidrocarburos se reconoce también ahora «la necesidad de apoyo para una transición justa».

El documento lo ha presentado el presidente el presidente de la COP26, Alok Sharma, y pide a las partes que «revisen y refuercen» sus objetivos nacionales de emisiones para 2030, de cara a alinearlos con la meta de temperaturas fijada en el Acuerdo de París, aunque «teniendo en cuenta las diferentes circunstancias nacionales».

Ha pedido, además, que se actualice de forma anual el informe sobre las contribuciones acordadas a nivel nacional, que recogen los esfuerzos de cada país por reducir las emisiones.

Y en el espinoso apartado de «pérdidas y daños», o cómo se compensa a los países en desarrollo por el impacto del calentamiento global, el borrador establece un «mecanismo de diálogo» para abordar cómo se financiarían.

Los observadores coinciden pese a todo en que el nuevo borrador no aporta excesivas novedades, y los negociadores han reconocido que todavía hay diversos puntos contenciosos que necesitarán de más esfuerzo por concitar el consenso.