¿De dónde son los migrantes que cruzan el Canal de la Mancha?

Más de un cuarto de todos los migrantes que cruzan el Canal de la Mancha provienen de Irán, según información recientemente publicada. El Ministerio del Interior del Reino Unido comparte que siete de cada diez de los 12.195 migrantes que cruzaron el canal en los últimos 16 meses son de origen iraní, sirio, iraquí, sudanés o vietnamita.

Más del 91 % de las llegadas en pequeños barcos entre enero y mayo del 2021 vinieron de solo diez países, entre los que se incluye Afganistán; la suya era la séptima proporción mayor de desembarcos.

Al menos 500 migrantes llegaron a la costa de Kent al principio de esta semana, evadiendo a la guardia fronteriza o al departamento policial de migración ilegal. Un grupo de 60 viajeros desembarcó en la costa de Dover, antes de las 16:00 de la tarde, corriendo por tierra firme para huir de la policía.

Muchos más tienden a llegar de noche. Los vigilantes que monitorean la actividad del canal estiman que 1.000 personas cruzaron el lunes 15 de noviembre, lo cual bate el récord diario de llegadas por segunda vez en una semana. Y es que más de 24.000 personas han llegado ya en lo que llevamos de año, triplicando la cifra del 2020, que se limitaba a 8.420 migrantes.

La organización humanitaria Consejo de Refugiados comparte que solo el 2 % de las personas que desembarcan tras cruzar el Canal de la Mancha en barquitos se abstienen de aplicar a una solicitud de asilo. Es una cifra que contradice la declaración previa de la ministra del Interior Priti Patel, que dice que un 70 % de los que cruzan el canal son «migrantes económicos» y no buscadores de asilo legítimos.

Conceder las solicitudes de asilo

Los cinco países que reciben protección internacional con más frecuencia son Siria, Eritrea, Sudán, Yemen e Irán, con un 73 % de éxito para Siria y un 59 % para los refugiados iraníes.

Consejo de Refugiados señala que la gran cantidad de solicitudes de asilo concedidas reflejan que «la mayoría de las personas que cruzan necesitarán protección en ese momento inicial».

Patel también habló de la crisis migratoria el mes pasado, frente a la cámara baja del parlamento: «Toda la información demuestra que, en los últimos 12 meses, el 70 % de los migrantes que entran en nuestro país ilegalmente a través de pequeños barcos son hombres solteros, a efectos prácticos migrantes económicos. No son verdaderos buscadores de asilo. Son capaces de pagar a contrabandistas y estar en contacto con las mafias, tanto desde el norte de Francia como Alemania. Son los que pegan codazos a los niños y mujeres, que sí que están en riesgo y huyendo de la persecución».

En los primeros seis meses de este año, el Ministerio del Interior consideró solo a siete migrantes «inadmisibles» desde que introdujo nuevas normas en enero, que implicaban que Inglaterra dejaría de considerar validas las solicitudes de refugiados que viajen a través de «países seguros» como Francia.

Tensiones entre Reino Unido y Francia

A pesar de las tensiones diplomáticas, Damian Hinds, el ministro del Interior contó que Gran Bretaña tenía una «buena relación de trabajo» con Francia. Alegó a la BBC Breakfast que la reunión del lunes entre Patel y Gérald Darmanin, su homólogo galo, fue «productiva». Sin embargo, admitió que aún quedaba mucho por hacer para frenar el flujo. Patel dijo que había «reiterado la importancia de volver esa ruta inviable».

Ayer, numerosas tropas de la policía francesa expulsaron a gente de un campamento al este de Dunquerque, en Grande-Synthe, donde más de 1.500 migrantes habían estado viviendo en un complejo industrial destartalado durante los últimos seis meses. Cientos de personas, incluyendo a mujeres con niños pequeños, fueron forzados a hacer las maletas mientras que oficiales con escudos cercaban el área y desmantelaban el campamento.

Ese grupo se componía mayoritariamente de kurdos iraquíes, que llegaron a través de redes de contrabando cruzando el estrecho de Dover. Darmanin tuiteó que 13 personas, sospechosas de contrabando, habían sido detenidas.

Los que viven en la costa norteña francesa esperan poder algún día cruzar el Canal de la Mancha hacia el Reino Unido, pero de momento están estancados mientras bajan las temperaturas. Gabriel Attal, portavoz del Gobierno francés, contó que cuando desmontaban un campamento, lo primero que hacían «es poner a la gente en refugios, sobre todo ahora que llega el invierno».