«Es un milagro seguir vivo»: primeras declaraciones del taxista del atentado terrorista en Liverpool

El conductor de taxis que resultó herido en el ataque terrorista de Liverpool califica de «milagro» el seguir vivo en su primera declaración tras el intento de atentado. David Perry, de 45 años, contó que estaba «inmensamente agradecido» de que nadie más sufriera daños después de que la bomba casera explotara dentro de su coche.

El taxista, casado y con dos hijos, logró salir del vehículo momentos antes de que estallase en llamas. Lo ingresaron en un hospital cercano para darle el alta esa misma tarde. En el accidente perdió una porción de su oreja y tiene heridas de metralla, pero no estuvo grave en ningún momento.

Emad Al Swealmeen, el terrorista autor del atentado, murió en la explosión a escasos metros del Hospital de Mujeres de Liverpool. En la declaración, Perry y su mujer Rachel agradecieron al público «por todo su cariño e impresionante generosidad». «Estamos completamente abrumados por todo esto», dijeron.

«Agradecemos especialmente al personal del hospital de Mujeres de Liverpool, el personal del equipo médico de Aintree, la policía de Merseyside, y las fuerzas antiterroristas, que han sido todos increíbles». Perry añadió que «es un milagro seguir vivo».

«Ahora necesito tiempo para aceptar lo que ha pasado y concentrarme en mi recuperación tanto física como mental. Por favor tened bondad, estad alerta, y permaneced a salvo».

El tío de David Perry, Michael Sultan, contó al periódico The Times la semana pasado que el taxista se había mostrado reacio a ocupar una cama de hospital que otro podría necesitar más. «Ese es el tipo de chaval que es».

Un musulmán reconvertido

La investigación policial aún pugna por esclarecer el motivo del ataque. Al Swealmeen, solicitante de asilo de origen iraquí, podría haberse revertido al islam tras convertirse al cristianismo cuando llegó a Reino Unido, en 2017.

El departamento antiterrorista se ha interesado por las grabaciones de seguridad que muestra un Ford Fiesta con cinco hombres dentro, acercándose al hospital a las 10:30 de la noche de antes del ataque.

Al Swealmeen se crío en Jordania a pesar de que en su solicitud de asilo dijo ser sirio. Tras ponerse en contacto con el hermano de Al Swealmeen, descubrieron que nació en Iraq, creció en Jordania y vivió en Dubái. Un pariente escribió por Facebook que «si siguiera vivió, yo sería el primero en desear su muerte».

Residía en alojamientos para solicitantes de asilo en Liverpool, para después mudarse a un piso donde manufacturó su bomba.