Un refugiado convertido al cristianismo: el terrorista que puso una bomba en Liverpool

Un refugiado recientemente convertido al cristianismo ha sido identificado como autor y única víctima del ataque con explosivos a un hospital de Liverpool. Emad Jamil Al Swealmeen, de 32 años, detonó una bomba en la parte trasera de un taxi en un intento de atentado que las autoridades clasifican como agresión terrorista. El suceso ha provocado que Reino Unido alce el nivel de amenaza terrorista a «grave», indicando que los ataques son ahora «probables».

La rapidez del conductor el vehículo salvó su vida y la de miles de personas más; los pacientes del Hospital de Mujeres y los asistentes a una misa cercana en la Catedral de Liverpool habrían sufrido las consecuencias del ataque si no fuera porque David Perry, taxista, bloqueó las puertas del coche y encerró dentro al homicida, conteniendo la explosión.

Fuentes de seguridad sugieren que el terrorismo islámico podría ser uno de los impulsos del atentado. Oficiales del servicio contra el terrorismo han advertido repetidamente del peligro que suponen los confinamientos por coronavirus para el extremismo, ya que aumentan el riesgo de radicalización online.

Como parte de la investigación, la policía local ha arrestado ya a cuatro personas más relacionadas con el crimen; también han efectuado pruebas y registros en la casa del atacante, y compartido un perfil.

Un refugiado en perpetua solicitud de asilo

Emad Al Swealmeen llegó a Reino Unido en 2014 como refugiado. Su petición de asilo fue rechazada, ya que los oficiales sospechaban que era de nacionalidad jordana y no sirio como afirmaba. Años más tarde, volvería a solicitar asilo y vivienda, pero su estatus migratorio no quedó claro en el momento de su muerte.

Poco después de su llegada a Inglaterra fue admitido a la fuerza a un hospital psiquiátrico tras un intento de suicidio: armado con un cuchillo, trató de saltar desde un puente en la zona central de Liverpool.

Pasado un año, le dieron el alta, y empezó a adaptarse a la vida en occidente. Emad llegó incluso a cambiar su nombre a «Enzo Almeni» para reflejar su pasión por los motores y Enzo Ferrari. También decidió convertirse al cristianismo; en 2015, asistió a la catedral anglicana que irónicamente sería, siete años mas tarde, la escena de su crimen y muerte.

El coronel Malcolm Hitchcott, de 77 años, cuenta como él y su mujer Elizabeth recibieron a Al Swealmeen en la capilla ese día.

«Tenía un problema, creo que lo habían internado en un psiquiátrico», relata Hitchcott. «El ministerio del Interior no le pudo dar una vivienda de protección social, pero si que le ofrecieron alejamiento durante un periodo de gracia de 6 meses».

El coronel recuerda como Emad llegó a la catedral aquel día diciendo que quería convertirse del islam al cristianismo. Hitchcott, de religión cristiana evangélica, estaba ayudando a impartir clases sobre la biblia para refugiados en busca de asilo. Cuenta que el visitante tomó una clase exprés para aprender sobre el cristianismo; en 2017 se convirtió oficialmente a la fe cristiana.

Los Hitchcotts «adoptaron» a Al Swealmeen cuando este se peleó con sus compañeros de piso. Preguntó a la pareja si podía dormir en su sofá, y terminó mudándose a su casa cerca del río Mersey durante ocho meses.

La cuenta de Facebook del coronel Malcolm Hitchcott muestra lo cercano de la amistad entre ambos hombres. La pareja llevó al refugiado por todo el recorrido turístico de la ciudad, enseñándole sus vistas. Una foto en la que Al Swealmeen posa frente a la catedral reza: «Anoche en la Catedral de Liverpool. Una noche muy especial para dos hombres jóvenes».

Ahora, muchos creen que Emad Al Swealmeen solo quiso convertirse al cristianismo por que pensaba que le ayudaría en su petición de asilo. Tramitó una nueva aplicación en 2017, con la asistencia de una red de voluntarios cristianos que ayuda a refugiados en busca de asilo.

Explosivos caseros

Bajo la ley del terrorismo británica, las autoridades han detenido a cuatro hombres en relación con el crimen, en una dirección cercana a la Catedral. Se concluye que el atacante vivió en aquella casa hasta hace algunos meses, cuando se mudó al piso que usaría para construir la bomba.

El explosivo TATP, que se conoce como «Madre de Satanás» por su propensión a estallar accidentalmente, ya se usó en los ataques de Paris de 2015 y el atentado en Manchester Arena en 2017. Es una bomba que el grupo terrorista EI suele utilizar.

Sharon Cullen, vecina del criminal, cuenta como vio «a cinco o seis policías trepar al tejado de su casa con escaleras». Describe a Al Swealmeen como alguien «que siempre estaba tecleando sobre su ordenador».

En el hogar del atacante, los oficiales encontraron experimentos con explosivos e incluso detonaron una explosión controlada. Concluyen que fue en aquel lugar donde creó la bomba que estallaría entre el hospital y la catedral, arrasando con su vida en el proceso.

Cuando descubrió que el culpable de la explosión era Emad Al Swealmeen, el coronel Malcolm Hitchcott lamentó profundamente el suceso: «Estamos en shock. No podría imaginarme un candidato menos probable. Era educado y callado».

«Lo queríamos mucho», añadió su mujer.