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La sede de las Naciones Unidas en Gaza, foto de archivoAFP

Naciones Unidas

La ONU niega puestos al Talibán y a la Junta Militar de Birmania en su sede

La comunidad internacional seguirá sin reconocer la legitimidad de sus gobiernos

El comité a cargo de los credenciales en las Naciones Unidas ha decidido retrasar el veredicto en las solicitudes de la junta militar de Birmania y del Gobierno talibán de Afganistán para representar a sus respectivos países en la sede de la ONU.

Este anuncio por parte del comité implica que los embajadores de los antiguos gobiernos birmano y afgano permanecerán en sus puestos.

La junta militar de Birmania busca reemplazar al actual embajador del país, Kyaw Moe Tun, con el veterano militar Aung Thurein. Mientras tanto, el Talibán quiere sustituir al embajador que representa al anterior gobierno afgano, Ghulam Isaczai, con el portavoz del Talibán Mohammad Suhail Shaheen.

La representante de la ONU en Suecia, Anna Karin Enestrom, dijo que el informe del comité se haría disponible al público «una vez lo haya tenido en consideración la totalidad de la asamblea general.

Antonio Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, explica que el deseo del Talibán de ser reconocidos internacionalmente es la única baza que tienen los demás países para insistir en el respeto a los derechos humanos, en especial los de las mujeres, en Afganistán.

Condiciones necesarias

El mes pasado, Mohammed Suhail Shaheen compartió por la red social Twitter que el Talibán tiene «todas las condiciones necesarias para ocupar el escaño de Afganistán en la ONU». Asimismo, esperan «que los requisitos legales sustituyan a las preferencias políticas».

Shaheen, que ha estado destinado como miembro de la oficina política de los talibanes en Doha durante la última década criticó que «esta decisión no se basa en principios ni justicia, al despojar de sus derechos legítimos al pueblo afgano» tras la llegada del grupo fundamentalista al poder el pasado agosto.

Así, el candidato de los talibanes ante la ONU dijo que esperaba que «en un futuro próximo este derecho» se traslade al representante afgano en el organismo, «para que los problemas del pueblo afgano puedan resolverse de manera más eficaz y eficiente» ante la comunidad internacional.