Juegos de espías en la frontera coreana: identifican a la persona que cruzó del Sur al Norte

Conocía el terreno, las rutas de los guardias y sabía cómo esquivar la intrincada red de minas y alambradas electrificadas y con cuchillas. El hombre que el sábado cruzó de forma clandestina la frontera desde Corea del Sur a Corea del Norte resultó ser un antiguo desertor norcoreano refugiado en el Sur desde 2020.

Las incógnitas son muchas y algunos analistas hablan de un caso de espionaje. No suele ser frecuente, pero en ocasiones la delicada situación económica que atraviesan en Corea del Sur los refugiados procedentes del Norte hace que, pasado un tiempo, quieran regresar.

Pero en esta ocasión, parece diferente. El hombre conocía bien la frontera. Se mantuvo durante horas oculto junto a la alambrada sin ser visto y consiguió atravesar sin ser interceptado.

De hecho, el Ejército surcoreano ha abierto una investigación para tratar de comprender cómo ha podido cruzar la que tal vez sea la frontera más militarizada y vigilada del mundo.

Solo cuando llegó a la zona desmilitarizada que separa la frontera del Sur de la del Norte, los militares surcoreanos dieron la voz de alarma. Pero ya era tarde. El desconocido había conseguido llegar al otro lado.

Tras fracasar el despliegue militar para localizar al fugitivo, las autoridades surcoreanas comunicaron a Corea del Norte el incidente, y aquí se encuentra un segundo elemento extraño de la historia.

Disparar sin preguntar

Corea del Norte ejerce un control estricto de su frontera y sus militares tienen orden de disparar sin preguntar a quien trate de atravesarla. En este caso, el refugiado norcoreano logró cruzar sin sufrir las consecuencias de su hazaña.

Los norcoreanos dieron por recibido el mensaje y nada más. Sin noticias de qué sucedió al otro lado. Según la agencia de noticias Yonhap, citada por la agencia Efe, el desertor de unos 30 años, había llegado al Sur en febrero de 2020 con el mismo método: saltando la alambrada.

Tras llegar al Sur en 2020 declaró ser un gimnasta norcoreano, pasó todos los filtros e interrogatorios de los servicios de inteligencia durante meses y tras ser liberado trabajó como limpiador.

La identificación del individuo fue posible gracias a las imágenes de vigilancia en la frontera: «Mostraron que tenía el mismo aspecto y vestimenta que la persona que desertó del Norte en 2020», afirmó un portavoz del Ministerio de Defensa en declaraciones a los medios de comunicación recogidas por la BBC.