Birmania
Miles de sanitarios de Birmania abandonan sus puestos en desafío al Gobierno militar
El boicot en masa ha provocado el nacimiento de un sistema sanitario clandestino
Desde hace semanas, el personal sanitario birmano opera desde hospitales independientes, en desafío al régimen autoritario de la Junta Militar. Al rechazar trabajar en centros pertenecientes al estado, los sanitarios disputan la legitimidad del partido, en el Gobierno desde febrero de 2021.
Como parte de la continua oposición al golpe de estado del pasado febrero, médicos y personal sanitario anunciaron un boicot a los hospitales públicos de Birmania. La decisión enfrenta a la sanidad contra la Junta Militar, y ha dado pie al nacimiento de un sistema hospitalario underground.
Un reportaje publicado por el medio británico BBC estima en 70% el número de sanitarios que han abandonado sus empleos, hospitales, y pacientes. La decisión fue difícil para muchos; un grupo de doctores senior la justificó en una carta al diario médico The Lancet:
«Nuestro deber como doctores es priorizar el cuidado a nuestros pacientes – pero, ¿Cómo podemos hacerlo bajo este sistema militar ilegal, antidemocrático, y opresivo?»
«En cincuenta años, nuestro antiguo gobierno militar fracasó en el desarrollo de la sanidad pública, y en su lugar agudizó la pobreza, la desigualdad, y la falta de cuidados médicos. No podemos volver a esa situación», aclaraba la carta.
La decisión implica un nuevo comienzo para muchos de estos sanitarios. Bajo la autoridad del partido opositor, el Gobierno de Unidad Nacional, se ha erguido un sistema médico clandestino. Miles de voluntarios alrededor del país lo administran: trabajan en clínicas sin ánimo de lucro, o en hospitales privados dispuestos a asumir el riesgo que conlleva permitir estas operaciones. Para evitar ser detectados, médicos y pacientes se comunican a través de aplicaciones móviles encriptadas.
El Doctor Zaw Wai Soe, cirujano ortopédico, es el ministro de Sanidad del Gobierno de Unidad Nacional. Tras el golpe de estado, rechazó una oferta de la Junta Militar para ser su viceministro de Sanidad, y tuvo que darse a la fuga. Se enfrenta actualmente a cargos por traición.
Este sistema clandestino recauda fondos de donantes birmanos residentes en el extranjero, y ofrece servicios de consulta médica online a través de la red social Facebook -una iniciativa denominada «telemedicina», que permite a los médicos encubiertos comunicarse con sus pacientes.
«No tenemos suficiente dinero», explica Zaw Wai Soe, «pero tenemos apoyo local e internacional. No es suficiente, pero nos estamos esforzando todo lo que podemos para ofrecer cuidados médicos de verdad».