Biden, cómplice de Putin en la puesta en marcha del gasoducto ruso Nord Stream 2
Teme que las sanciones propuestas por el senador Ted Cruz estropeen la unidad con sus aliados europeos
Tras la tensa reunión entre Estados Unidos y Rusia que tuvo lugar el pasado lunes, los demócratas americanos quieren dar un paso para estimular el diálogo con Moscú, y evitar una posible invasión a Ucrania u otras operaciones desestabilizadoras. De cara a la próxima cumbre, la segunda en una serie de tres, la Administración de Biden colaborará con Putin para facilitar la instalación del gasoducto Nord Stream 2.
La construcción del gasoducto, que une Rusia y Alemania cruzando el mar Báltico, se completó en septiembre, pero lleva inactivo desde entonces a falta de los permisos regulatorios de Berlín y Bruselas.
En Estados Unidos, el senador republicano Ted Cruz propone una ley de sanciones para el proyecto. El día 14 de enero tendrá lugar dentro del Senado un voto para decidir si se firma la reforma ideada por Cruz, que paralizaría la puesta en marcha del gasoducto y truncaría una iniciativa compartida por Rusia y Alemania.
Sin embargo, varios senadores demócratas denuncian la reforma. Alegan que enfriará las relaciones con Alemania y retrasará el proceso de negociación con Rusia respecto a Ucrania. La propuesta necesita 60 votos dentro del Senado para aprobarse; es un obstáculo común para este tipo de proyectos, ya que requieren la mayoría absoluta en una cámara proporcionalmente dividida entre demócratas y republicanos.
«Nuestra preocupación es que la legislación de Cruz minaría la unidad con nuestros aliados europeos, durante un momento crucial en el que necesitamos presentar un frente unido en respuesta a las amenazas de Rusia a Ucrania», advirtió el portavoz de la Casa Blanca, Ned Price.
Por lo visto, los argumentos de los demócratas lograron persuadir a varios senadores.
«Creo que tienen razón», admitió Chris Murphy, demócrata en el Senado. «La invasión a Ucrania sería más probable con la reforma de Cruz. No tiene sentido sancionar el Nord Stream 2 cuando el nuevo Gobierno alemán ha cambiado su posición para poner en marcha el gasoducto báltico».
La Administración de Biden siempre se ha opuesto al Nord Stream 2, ya que este esquivaría a Ucrania, privándolo de lucrativas tarifas. También debilitaría al país, protegido por Estados Unidos, frente a Rusia.
Pero el año pasado, Biden retiró las sanciones impuestas sobre Nord Stream 2 AG, la compañía que controla el proyecto, para mejorar sus relaciones con Alemania y otros aliados europeos, estropeadas por su antiguo presidente Donald Trump.
El senador Dick Durbin explicó que la legislación que actualmente esboza el demócrata Bob Menendez es mejor, y manda un «duro mensaje a Putin». Aún así, Durbin no sabe cuando se votará sobre la propuesta de Menendez. También el senador Tim Kaine avisa de que, si emerge una alternativa a la reforma de Ted Cruz, le gustaría compararlas.
Jon Tester, otro senador demócrata, agregó que los oficiales de Biden dieron «argumentos muy acertados» sobre la necesidad del apoyo alemán en los diálogos sobre Ucrania.
«La idea es que [las sanciones de Cruz] dañarían las negociaciones que se están desarrollando junto a Alemania con respecto al impacto de Rusia en Ucrania», comunicó Tester. «Debemos asegurar que, si decidimos sancionar, las sanciones se centran en el problema y no los daños colaterales», añadió, sin especificar si votará o no en contra de la reforma de Cruz.