Las grietas del imperio empresarial de Trump
La Fiscalía General de Nueva York destapa pruebas de una gestión fraudulenta en el emporio del expresidente de Estados Unidos
El imperio Trump se resquebraja, tanto en lo político como en lo económico. Mientras se desarrolla una investigación del Congreso por su presunto papel en el asalto al Capitolio, la abogacía general de Nueva York le pisa los talones al magnate. Según declaraciones del despacho de la Fiscal General del Estado, Letitia James, sus inspectores han descubierto pruebas de que la compañía del expresidente Trump falsifica sus declaraciones de bienes.
En los documentos judiciales, James detalla alegatos de que Trump declaró erróneamente y de forma repetida, el valor de ciertos bienes para obtener préstamos o reducir sus impuestos. Según la fiscal, la organización del expresidente sobreestimó las donaciones de terreno que hizo en Nueva York y California, en informes entregados al IRS (Servicio de impuestos internos americano). Así, justificaba deducciones de millones de dólares en impuestos. En la investigación se asegura disponer de «pruebas de peso, que indican que la organización de Trump recurrió a valoraciones fraudulentas o engañosas de sus bienes, para obtener beneficios económicos que incluyen préstamos, cobertura de seguros, y deducciones fiscales».
La compañía «Trump Organization» también mintió sobre el tamaño de su penthouse en Manhattan: alegó unas medidas que triplicaban su verdadera dimensión, una diferencia de casi 2.000 millones de dólares en la tasación. La fiscalía obtuvo esta información del testimonio de Allen Weisselberg, antiguo jefe de finanzas de Trump. El año pasado, una investigación criminal paralela imputó a Weisselberg por fraude fiscal.
La publicación de los informes de Letitia James no ha sido arbitraria; la fiscal busca llamar a declarar a Donald J. Trump y a sus hijos, involucrados en la empresa, Ivanka Trump y Donald Trump Jr. El equipo legal del expresidente busca bloquear las citaciones, que tacha de «maniobra inconstitucional sin precedentes». Los abogados acusan a James de intentar obtener de forma ilegal testimonios que podrían usarse en investigaciones paralelas. El mes pasado, demandaron a la Fiscal General, en un intento de disolver el caso. En el pleito, los abogados de Trump alegaron que Letitia James, de afiliación demócrata, quería «desacreditar a Trump y a sus socios». El expresidente republicano, sin pelos en la lengua, califica la investigación de «caza de brujas».
En una declaración posterior al informe de la investigación, la fiscalía neoyorkina confesó estar indecisa sobre si la evidencia de fraude merece o no una acción legal. Sin embargo, la indagación progresará.
«La 'Organización Trump' ha utilizado tácticas y litigio durante más de dos años, para intentar bloquear una investigación legítima a sus trasiegos financieros», explicó James. «Hasta ahora, hemos descubierto pruebas solidas que sugieren que Donald J. Trump y su compañía valoraron varios bienes falsa y fraudulentamente, para su beneficio económico», termina la fiscal.