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Boris Johnson, primer ministro británico, y Vladimir Putin, presidente rusoAFP

Boris Johnson pone rumbo a Ucrania para «evitar un derrame de sangre»

El premier británico dialogará con Vladimir Putin e insistirá en la importancia de la diplomacia

A pesar de estar envuelto en la mayor crisis reputacional de su carrera, el primer ministro británico Boris Johnson dedicará unas horas la semana que viene a dialogar por teléfono con su homólogo ruso, Vladimir Putin. Será un intento para evitar, desde la diplomacia, la posible invasión a Ucrania, que enfrenta desde hace meses a Rusia contra la OTAN. Además, Johnson viajará al este de Europa para visitar la región amenazada.

A través de un comunicado, el Número 10 de Downing Street insistió en que el premier subrayaría la obligación de que Rusia «se involucre diplomáticamente», en su diálogo telefónico con Putin. «Insistirá en la necesidad de que Rusia dé un paso atrás», añadió el Número 10.

Según declaró el propio Johnson hace semanas, Reino Unido podría desplegar tropas para proteger a los aliados de la OTAN en caso de invasión a Ucrania. Sin embargo, Ucrania no forma parte de la OTAN, y Rusia busca que Occidente garantice que jamás lo hará. Percibe el hipotético ingreso de Ucrania, su país vecino, en la alianza, como grave amenaza a su seguridad.

El primer ministro busca ante todo «acelerar los esfuerzos diplomáticos» y avivar las «medidas disuasorias para evitar un derrame de sangre», según la fuente del gabinete.

La visita de Johnson a Ucrania llega entre tensiones domésticas, mientras Reino Unido espera con anhelo la publicación del informe de Sue Gray. Tal informe recoge los detalles de la seguidilla de fiestas en el Número 10 de Downing Street, y es probable que concluya con que el gabinete delinquió al celebrar eventos sociales durante la pandemia. El primer ministro se ha enfrentado a críticas por «paralizar» su gobierno con el escándalo de las fiestas, en un periodo durante el cual debería estar centrándose en crisis como la de Ucrania.