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Los manifestantes bloquean los aledaños del parlamento canadiense en OttawaAFP

Los camioneros canadienses ponen en jaque a Justin Trudeau

El conocido como «Convoy de la Libertad», que protesta contra las restricciones más duras para controlar la pandemia, mantiene bloqueada la capital y algunas zonas de la frontera con Estados Unidos

Lo que empezó siendo una protesta de los camioneros ante la obligación de vacunarse contra la covid para viajar a Estados Unidos ha terminado por convertirse en una crisis política para Justin Trudeau. El primer ministro canadiense se ha visto obligado a decretar el estado de emergencia en la capital del país, Ottawa, ante la imposibilidad de las autoridades para controlar la situación.

Miles de personas se han sumado a un «Convoy de la Libertad» que exige el final de las medidas más restrictivas contra la pandemia de coronavirus. Ante la situación generada, Trudeau pide el cese inmediato de las movilizaciones y presiona a los manifestantes con medidas punitivas.

El alcalde de Ottawa, Jim Watson, reconoce que la situación está «fuera de control» y pide al primer ministro que dialogue con los manifestantes a la par que envía refuerzos policiales a la ciudad. Mientras eso ocurre, se ha prohibido a los camioneros tocar la bocina de sus vehículos en la capital y la policía amenaza con arrestar a quienes entreguen combustible a los miembros del convoy.

Reunión parlamentaria de emergencia

El primer ministro insiste en no negociar nada con los manifestantes. Después de permanecer en cuarentena por contagiarse de coronavirus, Trudeau ha acudido a la Cámara de los Comunes para asegurar que «el Gobierno responderá» ante esta situación. Pese a todo, por el momento descarta utilizar al Ejército para disolver a los camioneros.

El primer ministro se mostró irritado ante el aumento de la presión y argumentó que «esta pandemia ha sido una mierda para todos los canadienses, pero los canadienses saben que la única salida es seguir escuchando a la ciencia». El mandatario insiste en cargar contra los manifestantes y los acusa de «bloquear la democracia».

Las protestas se han extendido a otras ciudad del país como Toronto u OntarioAFP

Respecto a una posible negociación, los analistas se muestran divididos sobre su idoneidad. Genevieve Tellier, politóloga de la Universidad de Ottawa, considera que «Trudeau no tiene nada que ganar al hablar con los manifestantes». Frederic Boily, de la Universidad de Alberta, tiene una opinión distinta y considera que el primer ministro «se equivocó al presentar a los manifestantes como personas de ultraderecha».