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Ursula von der LeyenAFP

La UE rompe vínculos con Rusia: «Dependemos demasiado del gas ruso»

La presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, anunció un paquete de sanciones contra Rusia y respaldó a Alemania en su decisión de suspender el gasoducto Nord Stream 2

La Unión Europea está dispuesta a cruzar el Rubicón y cortar las amarras de la dependencia energética con Rusia. El reconocimiento de la independencia de las repúblicas del Donetsk y Lugansk y la entrada en ambos territorios ucranianos de las tropas rusas ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Esta mañana Alemania dio el primer paso al cancelar la certificación del gasoducto Nord Stream 2 que pretendía aumentar el suministro de gas ruso a Europa por el Báltico.

En una intervención tras la reunión de la Comisión Europea esta tarde, la presidenta Ursula von der Leyen afirmó que «seguimos dependiendo demasiado del gas ruso».

«Tenemos que diversificar estratégicamente a nuestros proveedores e invertir masivamente en energías renovables», defendió.

Von der Leyen respaldó a Alemania y aseguró que «ha actuado del modo correcto» al suspender el funcionamiento del Nord Stream 2. «El gasoducto debe evaluarse a la luz de la seguridad del suministro de energía para toda Europa».

Durante la comparecencia, la presidenta de la Comisión Europea subrayó que «la decisión de la Federación Rusa de reconocer como entidades independientes y enviar tropas rusas a ciertas áreas de los oblast ucranianos de Donetsk y Lugansk es ilegal e inaceptable».

«Esta decisión viola la integridad territorial y la soberanía de Ucrania. Rusia no está respetando sus obligaciones internacionales y está violando los principios del derecho internacional. Rusia ha creado esta crisis y es responsable de la actual escalada», aseveró.

Anunció que la Unión Europea ha acorado «un paquete de sanciones y las aplicaremos con nuestros socios lo antes posible. Este paquete incluye un número de medidas calculadas. Es la respuesta clara a la violación de la ley internacional por parte del Kremlin».

Explicó que «las sanciones apuntan directamente a individuos y empresas involucradas en estas acciones. Se apunta a bancos que financian el aparato militar ruso y que contribuyen a la desestabilización de Ucrania».

«Se apunta a la capacidad del Estado y del Gobierno ruso para acceder a los mercados y servicios financieros y de capital de la Unión Europea, y para limitar la financiación de políticas agresivas».

Finalmente, «se apunta al comercio de las dos regiones separatistas hacia y desde la Unión Europea, para garantizar que los responsables sientan claramente las consecuencias económicas de sus acciones ilegales y agresivas».