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Marine Le Pen y Éric ZemmourEl Debate

Zemmour y Le Pen temen por sus candidaturas

El candidato de Reconquête y la de la Agrupación Nacional admiten que no disponen aún de los avales necesarios

«Es muy posible que no pueda presentarme», admitió ayer el polemista conservador Éric Zemmour, candidato a la presidencia de Francia por Reconquête (Reconquista), durante una entrevista televisiva. Las cifras son inapelables: a día de hoy, solo dispone de 291 avales –de los 500 mínimamente exigidos– de alcaldes y demás cargos electos, según se desprende de la última lista provisional hecha pública el jueves pasado por el Consejo Constitucional.

La fecha límite para presentarlos es el próximo 4 de marzo a las seis de la tarde. De ahí que haya anulado un viaje previsto a La Reunión (el archipiélago provincia del océano Índico) para intentar convencer a dos centenares de cargos electos y así evitar lo que sería una catástrofe política y también financiera.

En una situación similar se encuentra Marine Le Pen. La presidenta de la Agrupación Nacional creía poder respirar tranquila tras haber obtenido el tan ansiado préstamo –concedido por un banco húngaro– para financiar su campaña. Su alivio duró hasta que constató que el contador de avales solo indicaba 366. El problema estriba en que tanto Zemmour como Le Pen suman más del 30 % de las intenciones de voto en tendencia demoscópica consolidada. La última encuesta publicada hoy por el diario económico Les Échos le atribuye un 17 % en la primera vuelta, lo suficiente para enfrentarse al presidente saliente Emmanuel Macron en la segunda, si de aquí al 10 de abril no se producen vuelcos espectaculares.

Muy distinto es el escenario en la izquierda: la socialista Anne Hidalgo –no más del 3 % en las encuestas– y la trotskista Nathalie Arthaud –en torno al 1 %– ya han logrado sus 500 avales y están seguras de participar en la carrera al Elíseo. Este desfase entre intenciones de voto y capacidad para lograr avales, ya explicado en El Debate, ha motivado el enfado de Zemmour y de Le Pen, que llevan días quejándose de la «adulteración de la democracia». La misma táctica victimista siguió el padre la candidata en 2002, antes de superar el corte in extremis y de calificarse para la segunda vuelta. La respuesta a los interrogantes se conocerá el próximo 7 de marzo, fecha en la que el Consejo Constitucional, presidido por el ex primer ministro socialista Laurent Fabius, proclame la lista definitiva de candidatos.