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Guerra Rusia - Ucrania  Un convoy ruso de 60 kilómetros se acerca a Kiev mientras siguen los bombardeos contra civiles

El Ejército ruso recrudece sus ataques sobre las principales ciudades ucranianas. Kiev lleva días asediada y se espera una escalada aún mayor con la llegada de un convoy ruso, de más de 60 kilómetros de largo, según confirman imágenes satelitales. En Járkov, la segunda ciudad del país, las fuerzas rusas han bombardeado varias zonas residenciales, matando a al menos once personas y provocando cientos de heridos. «¡Un ataque con misiles inmisericorde y sin sentido contra un barrio residencial», ha denunciado el asesor del ministro del Interior de Ucrania, Anton Gerashchenko.

56 ataques aéreos y 113 misiles se han lanzado contra esta ciudad, a unos 30 kilómetros de la frontera con Rusia y cuya población es, en su mayoría, rusófona. El gobernador de Járkov, Oleh Synehubov, ha tildado el ataque ruso de «crimen de guerra». Los bombardeos se sucedían mientras tenía lugar el encuentro entre la delegación rusa y ucraniana para tratar de llegar a un acuerdo de alto el fuego.

Ambas delegaciones se han encontrado en Gómel, una ciudad en Bielorrusia fronteriza con Ucrania. Las conversaciones han acabado con la promesa de «continuar el proceso de negociación». «Encontramos algunos puntos en los que podemos pronosticar posiciones comunes», adelantó el líder de la delegación rusa, Vladímir Medinski. El próximo encuentro tendrá lugar en la frontera polaco-bielorrusa en los próximos días.

Mapa de la guerra UcraniaJosé Juan Kindelan

Aunque no se ha hecho público el contenido de esa reunión, el presidente ruso, Vladimir Putin, en una conversación telefónica con su homólogo francés, Emmanuel Macron, ha vuelto a exigir el reconocimiento de la soberanía rusa sobre la península de Crimea, anexionada ilegalmente en 2014. El mandatario ruso ha vuelto a incidir en la «desmilitarización y desnazificación» del Estado ucraniano.

El Ejército ruso no ha hecho grandes avances sobre el terreno en Ucrania. Hasta ahora solo tienen el control de la ciudad de Berdiansk, al sur del país. Aunque han recrudecido los ataques sobre la ciudad portuaria de Mariúpol, clave para crear un corredor entre la península de Crimea y la región del Donbás. Así como en Jersón, ubicada a las orillas del mar Negro, donde habría comenzado el asalto por parte de las fuerzas rusas, durante esta madrugada.

Rusia, en un intento por debilitar las defensas ucranianas, podría haber utilizado armamento prohibido por la convención de Ginebra. La embajadora ucraniana en Washington, Oksana Markarova, ha denunciado que el Ejército del Kremlin habría utilizado bombas termobáricas o bombas de vacío, que provocan explosiones de alta temperatura. «La devastación que Rusia está tratando de infligir en Ucrania es grande», ha resaltado la diplomática.

Ante esta situación, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha anunciado que sacará de la cárcel a los presos con experiencia militar que estén dispuestos a unirse a la lucha contra el Ejército ruso. También ha anunciado que no pedirá visado a aquellos extranjeros que quieran unirse a las filas del Ejército ucraniano.

Zelenski ha pedido a Occidente que imponga una zona de exclusión aérea para frenar los bombardeos rusos. Por su parte, Estados Unidos ha descartado la idea ya que requeriría «desplegar el Ejército estadounidense» que podría suponer «un conflicto directo y potencialmente una guerra con Rusia», ha explicado la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki. Zelenski también ha reclamado la entrada «inmediata» de Ucrania a la Unión Europea a través de un mecanismo especial.

La invasión rusa a Ucrania ha provocado la reacción en bloque de todos los países europeos. La Unión Europea ha aprobado, por primera vez en su historia, la compra y entrega de armas a un tercer país. Suiza, históricamente neutral, ha anunciado que congelará los activos de Rusia. Mientras que Suecia, Dinamarca y Finlandia también se han comprometido a suministrar armamento militar a Ucrania.