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Manifestaciones de apoyo a Ucrania en PristinaAFP

Sanciones, suministros, y bienes de uso militar: balance del apoyo occidental a Ucrania

Aunque la OTAN se niega a involucrarse militarmente en el conflicto, sí que ha ofrecido apoyo en todo lo demás; material y suministros humanitarios, fondos económicos, y sanciones a Rusia

Doce días después de la invasión de Rusia a Ucrania, el Ministerio de Relaciones Exteriores ucraniano ha publicado un balance de la situación operativa en el frente diplomático. Aunque la OTAN se niega a involucrarse militarmente en el conflicto, sí que ha ofrecido apoyo en todo lo demás; material y suministros humanitarios, fondos económicos, y sanciones a Rusia.

El balance publicado por la administración de Zelenski incluyó la ayuda de los socios y «el apoyo extraordinario de la diáspora» global. Contabiliza el apoyo en todos los sectores, desde el 24 de febrero, primer día de la invasión, hasta el 4 de marzo.

El apoyo humanitario

En total, los suministros de materiales humanitarios (ropa, mantas, provisiones alimenticias, material médico e higiénico) provenientes de países vecinos suman 1.133 toneladas. Voluntarios de toda Europa, a menudo conectados por las redes sociales, se encargaron de recopilar kilos y kilos de donaciones materiales para enviar a Ucrania. Reino Unido envió 300.000 unidades de material médico vital, y 30 toneladas de ayuda humanitaria llegaron desde Alemania. Además, el parlamento de Letonia asignó un fondo de 500.000 euros para la compra de ayuda humanitaria.

Luego, en el ámbito militar, el ministerio de Exteriores ucraniano contó 66.384 unidades de protección, armas, y otros bienes para uso militar, además de municiones.

En cuanto al apoyo económico, también se han propagado por el globo campañas de recaudación de fondos, destinadas a la población y al Gobierno de Ucrania. En total, desde que empezó la guerra y hasta la semana pasada, se transfirieron 338 millones de euros, 74.5 millones de dólares, y 4 millones de libras a cuentas ucranianas, con la ayuda de misiones diplomáticas extranjeras.

Aislar a Rusia

Parte de la estrategia occidental para castigar a Rusia ha sido el aislamiento total del país, a base de la retirada de servicios y medios. El mayor golpe fue quizás el cese del funcionamiento de Visa y Mastercard en territorio ruso. Se bloquearán todas las transacciones con tarjeta.

La industria textil también se involucró: debido a su agresión armada contra ucrania, la casa de moda italiana Prada suspendió todas las ventas en Rusia, la empresa alemana Puma dejó de suministrar productos al mercado ruso y cerrará todas sus tiendas locales, e Inditex cerró las 502 tiendas que tenía abiertas en Rusia. Según señaló un comunicado de la compañía, «en las actuales circunstancias» no pueden garantizar «la continuidad de las operaciones y de las condiciones comerciales en la Federación Rusa».

Los medios de comunicación internacionales ya tenían dificultad en retransmitir desde Rusia: una reforma aprobada la semana pasada en la Duma impone condenas de hasta 15 años de cárcel para cualquier plataforma que publique información contraria a las tesis oficiales del Kremlin sobre la invasión desde el territorio ruso. En este marco, la empresa de radio francesa Radio France detuvo el trabajo de sus periodistas la tierra de Putin, al igual que la BBC británica, CBC, y Bloomberg. Por su parte, la CNN y el noticiero CBS declararon que dejarían de retransmitir en Rusia.

Tik Tok, Netflix, y Disney Plus formaron parte del grupo de compañías digitales que cesaron su actividad en Rusia. También el gigante tecnológico IBM condenó a Putin por la guerra contra Ucrania, y decidió dejar de vender tecnología al estado agresor.

La «desputinización» del mundo

Finalmente, Gobiernos y medios globales concentran gran parte de sus esfuerzos en minar la reputación internacional del presidente Putin. Los oligarcas y bancos rusos ya están cargados de sanciones, lo cual prácticamente inutiliza su dinero fuera de Rusia. Y luego, por ejemplo, tanto Rusia como Bielorrusia fueron expulsadas de la Unión Internacional de Ferrocarriles, y el Gobierno de Chile retiró las invitaciones enviadas a empresas rusas para participar en la Feria Internacional del Aire y del Espacio.

Por su parte, el periódico nacional francés Libération ha comenzado oficialmente a utilizar la transliteración ucraniana de la ciudad de Kiev, es decir, «Kyiv».