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Soldados ucranianos transportan el cadáver de un soldado ruso en MykolaivAFP

Rusia abandona a los suyos: miles de cadáveres de soldados se pudren en Ucrania

Las tropas rusas se ven incapaces de gestionar la gran cantidad de bajas en sus filas, por lo que muchos soldados muertos quedan abandonados en los campos de batalla

Son cientos y cientos. Tal vez miles. Los campos de batalla de Ucrania están sembrados de cadáveres de soldados rusos. Muchos son restos carbonizados, abandonados por sus compañeros del ejército invasor ruso tras los combates.

Rusia está intentando ocultar la ingente cantidad de bajas que están sufriendo sus tropas en Ucrania. Primero dijeron que eran 498 soldados muertos. Este viernes elevó la cifra a 1.351. Sin embargo, según los testimonios sobre el terreno, el número real es mucho más elevado.

Ucrania señala que son 16.000 soldados muertos. Los servicios de inteligencia británica sitúan el número en 10.000 soldados muertos.

Hasta ahora, los cuerpos pasaban más o menos desapercibidos, congelados bajo la nieve del invierno. Ahora, la llegada de la primavera está convirtiendo los cadáveres rusos en un problema de salud. Con el aumento de las temperaturas, los cuerpos se descongelan y comienzan a pudrirse.

Los rusos han traído con ellos crematorios portátiles para deshacerse de los cuerpos de los caídos. Todo cadáver de un soldado caído era un golpe a la propaganda rusa que trata de mostrar la invasión a Ucrania como una «operación militar especial» victoriosa.

Ningún soldado ruso puede regresar muerto. Ninguna familia puede llorar a sus caídos porque, en esta guerra, el discurso es la mitad de la victoria, y la cifra de rusos caídos en combate ofrece un mensaje muy diferente al de la Rusia victoriosa.

En una información de la CNN con testimonios sobre el terreno se detalla que, en los alrededores de la ciudad de Mykolaiv, reina «el olor a muerto», el olor de la carne en descomposición bajo el sol de la primavera.

Mykolaiv acogió una de las batallas más intensas de la guerra ucraniana y uno de los mayores fracasos de las fuerzas rusas. La conquista de esta plaza a pocos kilómetros de la península de Crimea es esencial para poder avanzar sobre Odesa y sitiar el puerto a orillas del Mar Negro.

La resistencia ucraniana logró desviar las tropas rusas que, ante la imposibilidad de recuperar los cadáveres de sus cientos de soldados caídos, los dejaron a su suerte en territorio enemigo. Los rusos, ahora, tratan de buscar una ruta alternativa que les permita llegar a Odesa sin pasar por Mykolaiv. Por el momento, sin resultado.

El problema para la salud es tan grande, que el gobernador de la región pidió a los ciudadanos ucranianos locales que colaboren en la recogida de cadáveres tirados en las carreteras y en los campos o atrapados en los amasijos de los blindados, tanques y camiones rusos carbonizados.

Ucrania pretende recuperar todos los cuerpos y conservarlos en cámaras frigoríficas para que, cuando sea posible, puedan repatriarlos a Rusia y entregarlos a sus familiares previa identificación por ADN.

Sin embargo, por el momento Rusia no parece tener interés en recuperar a sus soldados y parece más centrada en silenciar o maquillar los números de fallecidos en combate.

El problema es tan grave, y el cinismo del Kremlin es tan grande al abandonar a sus propios soldados, que el mismo presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ha decidido intervenir: «No van a enseñar los cuerpos a sus familias. No van a contar a las madres que sus hijos murieron aquí», afirmó el 3 de marzo en una intervención televisiva recogida por CNN.

Incluso la empresa estatal de ferrocarriles de Ucrania, Ukrzaliznytsia, ha fletado 20 vagones frigoríficos para trasladar los cuerpos de los soldados rusos muertos en los diferentes frentes ucranianos.

Preguntado por CNN, el asesor del ministro de Asuntos Interiores de Ucrania, Viktor Andrusiv, reconoció las dificultades para identificar y repatriar los cuerpos. Los soldados no llevan documentos consigo y, aunque los llevaran, la mayoría de los cadáveres están carbonizados y, las posibles pertenencias que pudieran portar, también.

Mientras tanto, el problema aumenta al mismo ritmo que aumentan las temperaturas. Los cuerpos de soldados rusos abandonados siguen siendo enorme, y cada día se le suman más y la capacidad de Ucrania para almacenar los cuerpos en frío es limitada. «La verdad, no sé qué vamos a hacer en las próximas semanas con los cuerpos», reconoció a la CNN Viktor Andrusiv.