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Miembros de la Mara Salvatrucha y Barrio 18 bajo custodia, este fin de semana en el penal de Ciudad Barrios, en El Salvador

Miembros de la Mara Salvatrucha y Barrio 18 bajo custodia en el penal de Ciudad Barrios, en El SalvadorAFP/Oficina Presidencial de El Salvador

El Salvador detiene a 1.400 supuestos pandilleros ante el alza de los homicidios

Bukele advierte de que si la escalada de asesinatos en el país no para, los compañeros presos de los mareros «la van a pagar también»

Más de mil pandilleros, entre ellos algunos líderes, en alrededor de 50 operativos. Es el balance de detenciones anunciado por las autoridades salvadoreñas en las últimas horas, mientras el país se mantiene bajo régimen de excepción motivado por un alza de los homicidios.

La cifra, notificada por el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, se produjo tras la detención de 24 pandilleros de la Mara Salvatrucha (MS13), una de las más peligrosas, en una colonia populosa al norte del departamento de San Salvador. El ministro, que cuantificó en 1.400 los mareros detenidos, añadió además que «se están desarrollando a nivel nacional diferentes operativos de manera simultánea».

Las detenciones de supuestos cabecillas, principalmente de la MS13, comenzaron el sábado, pero los operativos se intensificaron durante el domingo y ayer, lunes, continuaron.

El presidente del país, Nayib Bukele, que pidió al Congreso que decretara el régimen de excepción el lunes, exigió mediante un mensaje en Twitter a los pandilleros que «dejen de matar ya» y advirtió que si la escalada de asesinatos en el país no para, sus compañeros presos «la van a pagar también».

Las pandillas poseen unos 70.000 miembros en El Salvador, de los que 16.000 se encuentran encarcelados. El régimen de excepción suspende algunas garantías constitucionales, como la libertad de asociación y reunión, el derecho a la defensa, la prohibición de la intervención de las telecomunicaciones y además se amplió el plazo de la detención administrativa a 15 días, cuando normalmente es de tres.

Pese a esta medida extraordinaria y a las detenciones masivas, las pandillas mantuvieron el domingo su desafío al Gobierno de Bukele. El país registró el viernes 14 homicidios, 62 el sábado y 11 el domingo. El 26 de marzo se convirtió en el día más mortífero de la historia reciente de El Salvador. Las autoridades atribuyen a las pandillas la ola de violencia, principalmente a la MS13, pero aún no explican la razón del alza.

Críticas a la OEA y la CIDH

Entre tanto, Bukele acusó ayer a la Organización de los Estados Americanos (OEA) y a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de haber patrocinado en el pasado una «tregua» que «fortaleció» a las pandillas.

«Ustedes en la OEA y la CIDH fueron los que patrocinaron la 'tregua' que solo fortaleció a las pandillas y les permitió acumular recursos, dinero, armamento y les permitió entrenarse en los polígonos de tiro del ejército para matar salvadoreños. Llévense su peste de nuestro país», escribió Bukele en Twitter en respuesta al exsecretario ejecutivo de la CIDH Paulo Abrao, que había criticado un tuit del presidente. «Populismo penal: Ilegalidades para enfrentar ilegalidades. Barbaries para enfrentar barbaries. Resultado Final: + ciclo de violencia para todos», dijo Abrao, que dejó la CIDH en septiembre de 2020.

La OEA acompañó en 2012 un armisticio de las principales pandillas, Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18, impulsado por el Gobierno de Mauricio Funes (2009-2014).

El entonces secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, dijo en esa época que realizarían un papel de «verificar el proceso», entre otras tareas «que configuran el rol de garante (...) que nosotros asumiremos con mucho gusto».

Durante la vigencia de la tregua entre estas bandas los asesinatos bajaron en el país de un promedio de 14 diarios a 5, pero su ruptura llevó al país a convertirse en el más violento.

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