Fundado en 1910

Día 36 de guerra en Ucrania

Las tropas rusas se retiran de Chernóbil tras cavar trincheras en suelo contaminado

Los soldados rusos han tenido una actitud irresponsable en zonas contaminadas por residuos nucleares, según Energoatom, el regulador ucraniano de energía nuclear

Han sido 36 días de incertidumbre, de revivir el miedo nuclear que el mundo experimentó en 1986 cuando uno de los reactores de la central nuclear de Chernóbil explotó en un accidente producido durante una prueba de seguridad.

La conquista y ocupación de la central nuclear desde el pasado 24 de febrero por parte de las tropas rusas, y los periódicos cortes de electricidad, disparó los temores del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) a un nuevo accidente.

Finalmente, las tropas rusas se han retirado de la central dentro del repliegue parcial decretado por el Kremlin y han devuelto el control de las instalaciones nucleares al personal ucraniano.

Rusia «ha transferido por escrito el control de la central al personal ucraniano y han desplazado dos convoyes de tropas hacia Bielorrusia», informó la OIEA por medio de un comunicado recogido por la agencia EFE.

Los rusos también han abandonado la ciudad de Slavútych, donde reside el personal que trabaja en Chernóbil.

Jornadas maratonianas

Las especulaciones sobre la repentina salida de las tropas rusas se han disparado desde que se conoció este 31 de marzo que habían iniciado el repliegue.

Según señalaron los propios empleados de la central, obligados a trabajar por los rusos en jornadas maratonianas sin cumplirse los relevos y rotaciones de seguridad, los soldados estaban adoptando actitudes temerarias, casi «suicidas», al introducirse en zonas restringidas por su alta radiactividad.

La mayoría de estos soldados ni siquiera había oído hablar del accidente nuclear de 1986, pues la propaganda rusa oculta aquellos hechos a su población o los presenta de una forma completamente distorsionada.

Bosque Rojo

Según un comunicado difundido por Energoatom, el regulador ucraniano de energía nuclear, difundido por EFE, los militares rusos incluso se introdujeron en el llamado Bosque Rojo y cavaron trincheras, levantaron barricadas y circularon con sus vehículos blindados lanzando al aire partículas de tierra altamente contaminadas y contaminantes.

El Bosque Rojo está considerado una de las áreas más radiactivas del mundo. Es un área absolutamente restringida dentro de la zona de exclusión de la central de Chernóbil. Ni siquiera el personal de la central con el nivel de acceso más elevado tiene autorización para entrar en la región por su altísimo nivel de radiactividad.

Tras el accidente de 1986, esta zona boscosa recibió una gran cantidad de material radiactivo procedente del reactor siniestrado. El nivel de contaminación fue tan elevado que los árboles adquirieron tonos rojizos y cobre. De ahí el nombre con el que se le conoce.

Los operarios soviéticos de descontaminación procedieron a talar todos los árboles y a enterrarlos en zanjas, lo que disparó la preocupación de una contaminación mayor del subsuelo.

Según el comunicado de Energoatom, los ocupantes rusos «recibieron dosis significativas de radiación y entraron en pánico ante los primeros signos de enfermedad, que se manifestaron rápidamente. Como resultado, estalló un conato de motín entre los militares».