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Tanque ruso destruido en la región de KievAFP

56 DIAS DE GUERRA

17 Embajadas reabren en Kiev y Putin expulsa a una veintena de diplomáticos europeos

República Checa, Estonia, Francia, Georgia, Irán, Kazajistán, Letonia, Moldavia, Polonia, Eslovenia, Turquía, Vaticano, Italia y la UE, son algunas de las que han vuelto

La guerra se recrudece en el Donbás pero parece volver a bajar de intensidad en el norte de Ucrania. El anuncio, hace un par de semanas, del Kremlin de concentrar sus fuerzas en el este del país se cumplió parcialmente. En las últimas horas, según las informaciones que llegan de la capital de Ucrania, se mantiene cierta tensa calma.

Este escenario o la convicción de que se va a mantener quizás explique la decisión de una veintena de países de volver a abrir sus Embajadas en Kiev.

En total son diecisiete las representaciones diplomáticas que han vuelto a instalarse y tienen sus oficinas operativas. La noticia la difundió el Ministerio de Asuntos Exteriores ucraniano a través de su cuenta de Facebook.

A partir del 24 de febrero, fecha elegida por Putin para ordenar a sus tropas entrar a fuego y sangre en territorio ucraniano, las legaciones diplomáticas comenzaron una estampida lejos del territorio de conflicto.

Al día siguiente de la invasión, Estados Unidos inauguró la lista de países que decidieron el cierre de su legación diplomática. El Departamento de Estado anunció inicialmente que se mantendría el personal «imprescindible» para posteriormente echar el cierre total.

Mapa Ucrania guerra 19 de abrilGamez

Los países miembros de la Unión Europea siguieron los mismos paso y la mayoría trasladó sus misiones diplomáticas a países vecinos. Ese mismo día la legación española se dirigió a Cracovia (Polonia).

La embajadora, Silvia Cortés Marín, encabezó la caravana de funcionarios y empleados de la legación escoltada por un grupo de GEOS. Días antes un convoy de españoles, expatriados y turistas, salía del país sobre el que había comenzado a caer una lluvia incesante de bombas.

Otras embajadas y consulados eligieron mudarse al oeste de Ucrania, convencidos, con motivos, de que ese sector estaría fuera de las ambiciones de Vladimir Putin.

En estos casi dos meses de guerra sin cuartel eran pocas las esperanzas de que se pudiera recuperar la normalidad. El repliegue de las fuerzas rusas para concentrarse en la conquista de la región separatista del Donbás hizo pensar que se podría estar ante el principio del fin del conflicto.

La ilusión no duró mucho. La capital de Ucrania volvió a ser objetivo de los misiles aunque las tropas terrestres del Kremlin se mantuvieron alejadas. El rastro que dejaron a su paso destapó un cúmulo de atrocidades y crímenes de guerra que perseguirán de por vida a Vladimir Putin.

La otra teoría es que el regreso significa una demostración de que todos están dispuestos a asumir un riesgo para demostrar al gobierno ucraniano y al resto del mundo de que el apoyo al país invadido es, casi, incondicional.

España forma parte de las naciones que anunciaron su vuelta. Las embajadas que ya están operativas en Kiev, entre otras, informa Efe, son la República Checa, Estonia, Francia, Georgia, Irán, Kazajistán, Letonia, Moldavia, Polonia, Eslovenia, Turquía, Vaticano, Italia y la UE.

La decisión coincide y no por casualidad, con la decisión de Rusia de expulsar a 15 diplomáticos holandeses y a varios diplomáticos belgas. La explicación oficial es que se trata de una respuesta por la expulsión de 40 diplomáticos rusos de los Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo. Se trata, entre otros, de los embajadores de Luxemburgo, Georges Faber; de Países Bajos, Gilles Beschoor Plug, y de Bélgica, Marc Michielsen.

En paralelo a la estampida de las embajadas en febrero Occidente, con Polonia a la cabeza, comenzó a enseñar la puerta de salida (trasera) a los diplomáticos rusos.

Con el eufemismo de que realizaban «actividades incompatibles» con su cargo o «contrarias a los intereses de seguridad», se llegó a expulsar a más de doscientos diplomáticos. Dicho en lenguaje coloquial, les acusaban de espías.