Día 41 de guerra en Ucrania
Expulsan de sus embajadas a unos 200 diplomáticos rusos acusados de espías
Alemania y Francia, últimos países en sumarse a la avalancha de expulsiones de funcionarios de Putin desde el mes de marzo
Continúan las acciones contra diplomáticos rusos por toda Europa. En una acción similar a la acometida por una decena de países la semana pasada, los gobiernos francés y alemán han anunciado este lunes la expulsión de numerosos diplomáticos del gigante euroasiático. Al igual que el resto, ambos han justificado la medida en informaciones internas que consideran la actividad de los emisarios «contraria a los intereses de seguridad» nacionales.
Por un lado, el Ejecutivo germano ha declarado persona non grata a 40 diplomáticos rusos de la embajada de Berlín, a los que se ha instado a abandonar el país, según informó este martes la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock.
Se trata de personas que «día a día trabajan contra nuestra libertad y contra nuestra cohesión social», según el comunicado emitido por Exteriores, donde se alude a la «increíble brutalidad» de la cúpula rusa plasmada en las imágenes de la ciudad ucraniana de Bucha. «Tememos que se hayan producido imágenes parecidas en otras poblaciones ocupadas por las tropas rusas», prosigue el comunicado, que afirma que esa «brutalidad» debe responderse desde la «fortaleza de nuestra libertad».
Los diplomáticos a los que se ha declarado persona non grata son miembros de la embajada rusa, cuyo trabajo, según Exteriores, es «una amenaza para todo aquel que busca protección en nuestro país».
Francia, en la misma línea
Una decisión similar ha sido la de Francia, cuyo gobierno señaló a través de un breve comunicado que la medida «se inscribe en una iniciativa europea» y recalcó que su primera responsabilidad es «garantizar la seguridad de los franceses y de los europeos». La cadena BFM TV cifró el número de emisarios expulsados en 30, un dato que no fue ofrecido por el ministerio.
Desde la semana pasada, Irlanda, República Checa, Bélgica, Países Bajos, Polonia, Bulgaria, Macedonia del Norte y los países bálticos han ordenado la salida de sus respectivas legaciones rusas, de las que han alegado sospechas de espionaje e «incumplimiento de las normas internacionales de comportamiento diplomático». Estados Unidos, por su parte, se convirtió el pasado 28 de febrero, cuatro días después de la invasión, en uno de los primeros países en abrir esta veda, con la expulsión de 13 diplomáticos de Moscú. En total, cerca de 200 han sido repatriados hasta ahora.
Las medidas, en líneas generales, han sido recibidas por Rusia mediante la aplicación del principio de reciprocidad, es decir, la implementación de medidas similares a las de los Estados que las han llevado a cabo.