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El presidente ruso, Vladimir PutinAFP

57 DÍAS DE GUERRA

Putin cancela el asalto final a Mariúpol y ordena el bloqueo de la acería Azovstal

En la zona industrial del puerto continúan asediados 2.000 soldados ucranianos junto con civiles y heridos

La batalla de Mariúpol podría quedar en tablas. El presidente ruso, Vladimir Putin, ordenó a su ministro de Defensa, Seguéi Shoigú, cancelar el asalto final a la acería Azovstal y mantener un bloqueo indefinido de la zona portuaria: «Que no pase una mosca», ordenó.

El mandatario ruso argumentó su decisión por motivos humanitarios: «Considero inapropiado el asalto propuesto a la zona industrial. Ordeno cancelarlo».

La noticia la comunico la televisión pública Rossía 24 y la recogió la agencia EFE. La conquista de Mariúpol se convirtió en una urgencia para los estrategas del Kremlin ansiosos por presentar una victoria contundente antes del 9 de mayo, fecha en que Rusia celebra la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi.

El avance ruso a 21 de abrilKindelán

Los últimos reveses de Rusia en Ucrania, con la atropellada retirada del Kiev y de todo el norte del país, la revelación de los crímenes de guerra en Bucha o el hundimiento del buque insignia del Mar Negro, el «Moskva», hizo irrenunciable la conquista absoluta de Mariúpol.

Una vez se ha renunciado al control completo del puerto, ahora el Kremlin tratará de ganar la batalla del discurso de cara al 9 de mayo.

La liberación de Mariúpol es un éxitoVladimir Putin, presidente de Rusia

Putin se niega a presentarse ante la Plaza Roja de Moscú sin un mensaje triunfalista y ya anunció, junto con la orden de cancelar el asalto, que «la liberación de Mariúpol es un éxito».

Los 2.000 soldados ucranianos que se refugian en la zona industrial de Azovstal, junto con miles de civiles y heridos, se convirtieron en una sangrante espina en el ojo de Putin. Su orden de cancelar el asalto resulta, por ello, sorprendente y sus argumentos, un tanto increíbles.

La bandera tricolor de la Federación Rusa, junto con la roja con la hoz y el martillo de la caduca Unión Soviética, ondea en gran parte de la ciudad con excepción del último reducto ucraniano de la acería Azovstal.

Ayer, el comandante de las fuerzas ucranianas, Serhiy Volyna, difundió desde la acería un vídeo con más resignación que desesperación donde pide ayuda para poder evacuar la ciudad junto con los heridos y civiles que custodian.

Esta mañana, la viceprimera ministra de Ucrania, Iryna Vereshchuk, anunció la salida a última hora del miércoles de cuatro autobuses de evacuación con civiles de Mariúpol.

La evacuación debería haber sido mayor, pero la presión de los ocupantes rusos y la falta de control ucraniano del terreno impidió garantizar las mínimas condiciones de seguridad para la salida de los civiles.

La consecuencia es que decenas de miles de civiles permanecen en Mariúpol a la espera del asalto final ruso, que estaba previsto que se produjera este mismo jueves.

Así lo había anunciado el locuaz presidente de la república de Chechenia, el acusado de crímenes de guerra, Ramzán Kadírov.

En un audio difundido en su canal de Telegram, recogido por EFE, el líder checheno aseguró que las tropas rusas completarán la conquista de Mariúpol este jueves con el control total de la acería de Azovstal.

«Quiero compartir con vosotros una buena noticia. Hoy, antes o después del almuerzo, Azovstal estará por completo bajo control de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa», afirmó.

«Todo está listo, la estrategia está lista, los soldados están listos, solo se necesita tiempo». «Para Occidente es una noticia desagradable, pero para la gente normal que viven y quieren vivir en paz y concordia es una noticia muy agradable», concluyó.

Kadírov, tan cercano a Putin que es el único mandatario ruso que se ha atrevido a criticar la estrategia del Kremlin en Ucrania, estalló de ira de forma pública tras el repliegue de Kiev. Ahora ve cómo el mandatario ruso lo desautoriza sin contemplaciones horas después de su triunfal anuncio.