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Anne Hidalgo, líder del Partido Socialista francésAFP

El Partido Socialista francés firma su acta de defunción y se une a Mélenchon

El partido de Anne Hidalgo tendrá que hacer varias concesiones y luchar por ideas que, realmente, nunca ha defendido

Tras su penoso 1,7 % en las elecciones generales, el Partido Socialista vierte sobre su propia tumba un último puñado de arena: ya han finalizado un acuerdo con el izquierdista radical Jean-Luc Mélenchon, líder del partido Francia Insumisa. ¿Su intención? Presentar un frente común para cosechar un resultado mayor en las legislativas del 12 y 19 de junio.

Se trata, para Mélenchon, de un giro de casi 360 grados. En noviembre de 2008, abandonaba a los Socialistas, descontento con su dirección, para forjar su propio camino en la política. Tuvo un éxito notable; en las generales del pasado abril, quedó tercero, apenas dos puntos por debajo de Marine Le Pen con un 21,95 % del voto. Hoy, es el Partido Socialista quien acude a su encuentro.

Tras muchas horas de diálogo, ambos bandos llegaron a un acuerdo legislativo. Junto a los ecologistas y al partido comunista, los Socialistas entran en una «nueva unión popular, social, y ecológica», que reúne a la izquierda y está bajo el mando del «insumiso» Mélenchon.

«Queremos colocar diputados en una mayoría de las regiones, para impedir que Emmanuel Macron siga con su política injusta y brutal, y para luchar contra la extrema derecha», explicaron los dos partidos a través de un comunicado conjunto.

Es, sin lugar a duda, una admisión de derrota para el partido liderado por Anne Hidalgo. Los Socialistas, que entre 2012 y 2017 ocuparon el Elíseo, han recurrido a Mélenchon con el rabo entre las piernas.

Antes de las elecciones, cuando un grupo de activistas de izquierda propuso la formación de un frente común parecido a través de las «elecciones populares» caseras, tanto Hidalgo como Mélenchon se negaron a sacrificar sus candidaturas individuales por el bien de la izquierda.

Hollande rechaza el pacto

François Hollande, precursor de Macron en la presidencia francesa y antiguo líder del Partido Socialista, se mostró profundamente decepcionado con el acuerdo. De hecho, lo rechaza, y argumenta que es una decisión «que debe bloquear el consejo nacional del PS».

Por su parte, Bernard Cazeneuve, antiguo primer ministro de Hollande anunció al periódico La Manche Libre que abandonaría el Partido Socialista.

Sus reacciones no desconciertan ya que, a la merced de los Insumisos, los Socialistas perderán mucha autoridad. Por ejemplo, el PS pensaba conservar la mayor cantidad posible de su veintena de diputados, pero el partido de Jean-Luc Mélenchon los consideró demasiado «caprichosos», teniendo en cuenta el magro 1,7 % que lograron en las Generales.

El partido de Hidalgo tendrá que hacer también varias concesiones, y luchar por ideas que, realmente, nunca han defendido. Entre ellas está la jubilación a los 60 años, y el rechazo y desobediencia a la autoridad de la Unión Europea.