90 días de guerra
Rusia cava su propia tumba en Ucrania al agotar sus capacidades ofensivas, afirma un general australiano
El general retirado Mick Ryan cree que a lo largo de los próximos dos meses el Ejército ruso habrá agotado su capacidad para obtener nuevos avances territoriales
Rusia está haciendo un último esfuerzo en su ofensiva sobre el Donbás para tratar de expandir su control sobre todo el territorio ucraniano que pueda conquistar antes de agotar la capacidad ofensiva de su Ejército.
Así lo cree el general de División retirado de las fuerzas armadas australianas, Mick Ryan. En un hilo publicado en su perfil de Twitter, el militar australiano afirmó que «es probable que el Ejército ruso alcance a corto plazo el límite de su capacidad ofensiva».
Según su análisis, «los ucranianos han corroído la capacidad física, moral e intelectual del Ejército ruso en Ucrania», y esa circunstancia habría acelerado el agotamiento militar de Rusia, que estaría «cerca de alcanzar su punto máximo».
«El presidente ruso y el alto mando militar seguirán exigiendo avances, pero en algún momento del próximo mes, o de los próximos dos meses, las capacidades de los rusos para lograr dichos avances habrán llegado a su fin», aseguró.
El general Ryan cree que, «comparado con las grandes aspiraciones de Putin en los primeros días de la guerra», el objetivo de «asegurar la región del Donbás» presentado por el Kremlin tras el fracaso de la ofensiva sobre Kiev «es un objetivo relativamente modesto».
A pesar de haber rebajado sus expectativas, el Ejército ruso sigue dedicando un gran esfuerzo a lograr progresos importantes en el Donbás debido «a la obstinada defensa de los ucranianos y la entrada masiva de ayuda militar occidental».
Mick Ryan recuerda que «miles de soldados rusos han muerto o han resultado heridos». Además, «cientos de vehículos blindados han sido destruidos».
A pesar de todos esos esfuerzos, «los rusos han ganado poco territorio en el último mes».
Sin embargo, el general Ryan negó que este agotamiento de las capacidades ofensivas rusas signifique que su Ejército esté derrotado o que vaya a iniciar un repliegue.
Más bien, según la óptica del militar y analista australiano, Rusia optará por fortificar sus posiciones en Ucrania y tratar de consolidar el territorio para incorporarlo por completo a la Federación Rusa.
Esta situación planteará nuevos problemas y desafíos que Rusia deberá afrontar si quiere salir airosa del barrizal en el que se ha metido en Ucrania.
En primer lugar, el general Ryan apunta a que un Ejército ruso a la defensiva perdería la iniciativa, elemento que, hasta el momento, le ha permitido conquistar una parte significativa del territorio ucraniano a pesar de las deficiencias estratégicas de la ofensiva desde sus inicios.
«El Ejército ucraniano podrá decidir dónde y cuándo atacará a los rusos», explicó. «La iniciativa estratégica, operativa y táctica recaerá en los ucranianos».
«Eso le dará al alto mando militar ucraniano la flexibilidad sobre la hora, el lugar, la fuerza y la estrategia en las inevitables contraofensivas que se llevarán a cabo para recuperar el territorio», aseguró.
Por otro lado, las autoridades militares rusas deberán construir una administración civil en un contexto muy complicado.
A eso habrá que añadir que «probablemente tendrán que lidiar con un movimiento de resistencia» por parte de insurgentes que «estarán bien apoyados por occidente».
Otro elemento a tener en cuenta tiene que ver con los problemas de motivación que los soldados rusos arrastran desde el inicio de la guerra el 24 de febrero.
Esos problemas de moral se agravan por «la incapacidad de recuperar a sus muertos y la falta de apoyo a las familias de los militares».
Por último, el general Mick Ryan apunta a que Rusia necesitará a un gran número de soldados para sostener a largo plazo un Ejército de ocupación, «muchos más de los que se han desplegado hasta ahora en Ucrania».