111 días de guerra en Ucrania
Finlandia, como Ucrania y la OTAN, acusa a Rusia de utilizar «armas de destrucción masiva»
Las bombas termobáricas y de racimo, que por su efecto indiscriminado está prohibidas internacionalmente, han causado la muerte de cientos de civiles en Ucrania
La ofensiva rusa en Ucrania siempre se ha caracterizado por una crueldad desmesurada. El presidente finlandés, Sauli Niinisto, señaló que el ejército del Kremlin está utilizando armas de destrucción masiva, como son las bombas termobáricas. El mandatario añadió que los rusos bombardean indiscriminadamente a los ucranianos con estas mortíferas armas.
Durante un diálogo de seguridad en Naantali, Finlandia, Niinisto denunció que Rusia había empezado a utilizar «sistemas muy potentes», ya que ambos bandos de la guerra recurrían cada vez más «a armamento pesado».
«[Occidente] apoya a Ucrania con armas cada vez más pesadas. Y por otra parte, Rusia también las está usando, como las bombas termobáricas que en realidad son armas de destrucción masiva», señaló el presidente finlandés.
Finlandia es el tercer país en sumarse a estas acusaciones. Ucrania y la OTAN ya señalaron el uso de bombas termobáricas por parte de Rusia. También conocidas como «bombas de vacío», son mucho más letales que un explosivo convencional.
Un informe de la CIA señaló que las termobáricas causan «muchas heridas internas, y por lo tanto, invisibles. Pueden hacer explotar los tímpanos y aplastar los órganos del oído, provocar concusiones severas, rupturas de pulmón y otros órganos internos, y causar ceguera».
La fórmula es brutal: como su onda de expansión es tan grande, en la primera fase de la explosión las víctimas «absorben» oxígeno. Es entonces cuando la presión del estallido destruye las partes más delicadas del cuerpo humano, y puede causar una embolia.
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Los comentarios de Sauli Niinisto se suman a una avalancha de pruebas que indican que Rusia bombardeó indiscriminadamente a civiles en Járkov. Según denuncia la comunidad internacional, las fuerzas de Putin utilizaron bombas de racimo, prohibidas en casi todo el mundo.
Por su parte, Amnistía Internacional publicó un informe en el que acusaba a Rusia de causar muerte y destrucción sin descanso al bombardear repetidamente barrios residenciales en las ciudades. El mismo informe declaró tener pruebas de que el ejército invasor se valía de bombas de racimo 9N210/9N235, que muchos acuerdos internacionales prohíben por su impacto indiscriminado.
También utilizaron cohetes no guiados, como Grads y Uragans, que tienen un margen de error de más de 100 metros. Las leyes internacionales los prohíben.