117 días de guerra en Ucrania
Desde el campo de batalla: así sobrevivió el equipo de francotiradores que ha matado a más de 300 rusos
Tres soldados ucranianos narran su experiencia durante una operación especial que culminó en un violento ataque de los rusos
Provienen de Járkov, y ninguno supera los treinta años de edad. Sin embargo, forman parte de un equipo de élite del batallón Azov, y afirman haber matado entre los tres a mas de 300 soldados enemigos rusos.
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En una entrevista con el periódico británico The Times, Andrii, de 26 años, Lucky, de 21, y Turbo, de 22, narraron sus experiencias en el campo de batalla. Su trabajo, una serie de «operaciones especiales» en el sur de Ucrania, ayuda a repeler a las fuerzas de Rusia en los últimos meses.
El batallón Azov, fundado en Mariúpol, adquirió mala fama por la ideología extremista e incluso nazista de su fundador, Andriy Biletsky. Sin embargo, en la actualidad es una facción extensa, que integran jóvenes de distintas afiliaciones políticas. Un único factor los une, y es la reputación del regimiento como una de las unidades militares más potentes de Ucrania.
«Me uní al Azov por que es el mejor batallón de Ucrania, el más motivado. No tenemos ninguna ideología, como afirma la propaganda de Rusia. No somos más que soldados, y protegemos nuestra tierra», afirmó Turbo, en declaraciones a The Times. Antes de la guerra, se ganaba la vida instalando ventanas. Ahora, pilota un dron de reconocimiento, con el que lleva a cabo la tarea crítica de planificar las misiones de su equipo.
La granada de la suerte
El ejército invasor los supera en número, pero esta pequeña facción del batallón cuenta con una ventaja estratégica: su conocimiento de la geografía local les permite enfrentarse a enemigos mucho más fuertes que ellos.
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Así lo describió Lucky mientras recordaba el ataque que le granjeo su apodo de guerra, en inglés, «afortunado». El soldado narró como él y Andrii utilizaron una tubería de drenaje para infiltrarse bajo una carretera, y reptaron hasta acercarse a una posición fortificada de las tropas de Rusia. Los soldados enemigos se habían asentado en una base, flanqueada por dos tanques.
¿En qué consistía la misión de estos dos jóvenes soldados ucranianos? Un objetivo simple, pero peligroso: actuar como señuelo, y distraer a las tropas rusas mientras el resto de su equipo atacaba la base enemiga. Después, debían retirarse y pedir refuerzos de artillería.
«Las balas silbaban junto a mi cabeza. Yo solo podía pensar en volver a casa, con mi novia», agregó Andrii.
Cuando las fuerzas de Rusia salieron a campo abierto, la artillería ucraniana granizó sobre ellas. Un dron hizo el recuento posterior: 46 muertos y 76 heridos. Pero el bando ucraniano también sufrió pérdidas. Dos de los amigos de Lucky fallecieron en el ataque.