La Corte Suprema de EE.UU. pone fin al programa migratorio «quédate en México» de Trump
Por una estrecha mayoría de cinco contra cuatro, los jueces dictaminaron que poner fin a la expulsión de migrantes no viola la ley de inmigración
La Corte Suprema aceptó poner fin al programa «Quédate en México», que obliga a los solicitantes de asilo a esperar la resolución de sus casos del otro lado de la frontera.
El gobierno del presidente Joe Biden había pedido a la Corte que revisara el fallo judicial emitido en diciembre por una corte de apelaciones que le ordenó mantener los Protocolos de Protección al Migrante (conocidos como «Quédate en México» o MPP) introducidos por su predecesor republicano, Donald Trump, en 2019.
Por una estrecha mayoría de cinco contra cuatro, los jueces dictaminaron que poner fin a la expulsión de migrantes no viola la ley de inmigración debido a que esta otorga discrecionalidad ejecutiva, es decir que puede expulsarlos o no.
El fallo judicial es una excelente noticia para la política migratoria de Biden, que se encontraba contra las cuerdas, y un balón de oxígeno después de varios reveses políticos por las últimas sentencias de la Corte Suprema sobre el aborto, el porte de armas o la lucha contra el cambio climático.
Según el centro independiente Transactional Records Access Clearinghouse (TRAC), durante casi dos años unas 70.000 personas fueron enviadas de regreso a México para esperar el resultado del proceso de solicitud de asilo.
El dictamen de este jueves recuerda que la normativa migratoria establece que «en el caso de que un extranjero» llegue desde un territorio contiguo a Estados Unidos se le «puede devolver» mientras espera que se resuelva su procedimiento migratorio.
Esto «confiere claramente una autoridad discrecional», señala, insistiendo en que la corte «ha observado en reiteradas ocasiones» que «la palabra 'puede' claramente connota discrecionalidad».
En cuanto llegó a la Casa Blanca, Biden suspendió este plan migratorio pero un juez de un tribunal del estado de Texas (sur) ordenó que se restableciera «de buena fe».