Fundado en 1910

Boris Johnson junto a Theresa May, dos primeros ministros del Partido ConservadorGetty Images via AFP

El Comité 1922, pieza clave en la sucesión de Johnson

La designación del nuevo líder está en manos de los diputados de base: así es desde hace ya varias décadas

Sir Graham Brady, diputado desde 1997 por el distrito de Altrincham y Sale West, situado en las afueras de Manchester, nunca ha sido ministro. Ni pretende serlo.

Peer es una de las personalidades más poderosas del Partido Conservador en su condición de presidente -desde 2010- del Comité 1922, el órgano semioficial que agrupa a los backbenchers, es decir, a los diputados que no forman parte del Gobierno ni de la dirección del grupo parlamentario.

Dicho de otra forma: el Comité representa al grueso de los diputados, a los de base. Todos ellos son, de facto, miembros del Comité. Suelen ser los miembros más veteranos los que reciben a los noveles cuando llegan a la Cámara de los Comunes y les introducen en los vericuetos de la vida parlamentaria.

El Comité toma su nombre de un grupo de diputados conservadores elegidos en los comicios de 1922, que al año siguiente se juntaron para hacer oír su voz en la polémica sobre la política comercial, que era la cuestión que más dividía a los tories por aquellas fechas.

Pero en sus 99 años de historia, esta estructura, en apariencia de relegados, ha ido adquiriendo cada vez mayor influencia, a la par que se iba democratizando el Partido Conservador, hasta llegar a detener las llaves del más preciado de los procesos: la designación del líder.

Es el Comité 1922, quien establece las reglas del juego. Por eso desde que fracasó hace algo más de un mes la moción de confianza contra Johnson, las miradas se dirigían con cada vez mayor interés hacia Brady y los suyos.

La insistente pregunta era: ¿cambiará el Comité la regla según la cual hay que esperar un año antes de plantear otra moción de confianza y así poder deshacerse del líder?

Brady, buen manejador de los tiempos, los políticos y los mediáticos, respondía con calculada ambigüedad. Para mantener una suave pero constante presión sobre Johnson y a la opinión pública en vilo.

De momento, la dimisión de Johnson y el proceso de elección del nuevo líder conservador han aparcado la cuestión del cambio de reglas. Pero no está enterrada.

Todo dependerá de la capacidad del nuevo líder para unir al partido y recuperar el retraso en las encuestas respecto de los laboristas.

Un recuerdo: el 24 de abril de 2019, Brady, tras consultar con el Comité 1922, descartó un cambio de la famosa regla. Pero instó a Theresa May a anunciar una fecha para su dimisión. Al día siguiente, «obedeció».