Tensión en Asia
Lo que Taiwán puede copiar de Ucrania si China la invade
En caso de desencadenarse una guerra, los taiwaneses podrían utilizar el modelo de resistencia ucraniano a la invasión de Putin: armas «asimétricas» y una población civil adiestrada militarmente
Cuando Rusia comenzó la invasión de Ucrania muchos analistas se preguntaban si la ofensiva duraría días, semanas o, a lo sumo, unos pocos meses, pero la realidad es que David, por ahora, aguanta ante los ataques de Goliat.
Cuando falta poco más de una semana para que se cumplan cinco meses desde que Vladimir Putin ordenase el inicio de la «operación militar especial», los avances rusos se han limitado al este del país, en las zonas aledañas a los territorios que ya controlaban los separatistas prorrusos.
El tener el segundo Ejército más poderoso del mundo, mucho más numeroso que el ucraniano, no ha evitado que Rusia mantenga un lento avance en el país vecino.
¿Por qué? Más allá de las inevitables diferencias de motivación entre invasores e invadidos, las armas proporcionadas por Occidente y el adiestramiento de la población civil parecen ser algunas de las claves del empantanamiento del conflicto bélico.
Armas «asimétricas»
Jessica Lewis, subsecretaria de Estado para asuntos político-militares de Estados Unidos, señalaba esta semana en una conferencia las similitudes entre la invasión de Ucrania y un hipotético enfrentamiento entre la República de China –Taiwán– y la República Popular China, que podría decidirse a consumar por la vía de los hechos la política de «una sola China».
La alta funcionaria norteamericana apuntaba a que Taiwán podría salir airosa de un conflicto de este tipo mediante la utilización de armas «asimétricas» y la determinación a resistir por parte de unos civiles adecuadamente instruidos.
Respecto a las primeras, Lewis hizo referencia a parte del armamento enviado por su país. En concreto, a los sistemas antitanque Javelin y a las armas antiaéreas Stinger, que tan mal se lo han hecho pasar a los helicópteros rusos.
Los últimos datos del Ejército ucraniano arrojan una cifra de 1.649 tanques, 3.832 vehículos blindados de combate, 217 aviones y 188 helicópteros que han sido destruidos desde el pasado 24 de febrero con la ayuda de este tipo de armas.
Sin embargo, para la experta «no se trata solo de si tienes un Stinger o un Javelin. Lo que hemos visto de los ucranianos es que tienes una población entrenada, dispuesta y capaz de luchar», según explicó, en unas declaraciones recogidas por Bloomberg. Se estima que seis de cada cuatro taiwaneses –el país tiene una población de unos 24 millones de habitantes– estaría dispuesto a tomar las armas en caso de invasión china.
Talleres militares
El servicio militar dejó de ser obligatorio en Taiwán en 2018, sin embargo, la tensión entre China y el Gobierno de la isla, que el país comunista considera una provincia rebelde, no ha dejado de aumentar durante este tiempo, lo que ha llevado a muchos ciudadanos a adquirir competencias militares.
Según explicaba hace unos días a la Afp Max Chiang, presidente de una empresa que organiza talleres militares para civiles, hay una mayor sensación de «crisis» entre los taiwaneses desde 2020, cuando China empezó a enviar de forma masiva aviones militares a la conocida como zona de identificación aérea de la isla, que lleva desde 1949 autogobernada de facto.
En 2020, el Gobierno taiwanés registró 380 incursiones aéreas y el año pasado el número se duplicó, lo que ha provocado que cada vez más civiles se animen a recibir instrucción militar para poder lanzarse a la batalla en caso de que China se lance a recuperar el control del territorio, algo con lo que amenaza con frecuencia, sobre todo si Taiwán se lanzara a declarar la independencia.
De producirse este escenario bélico, sería una nueva historia de David contra Goliat, con un Ejército de más de un millón de hombres frente a otro de menos de 90.000; uno con 1.600 aviones y 6.300 tanques contra otro que suma 800 carros de combate y 400 aeronaves militares.
Sin embargo, el David asiático, al igual que el europeo, también contaría con un fuerte apoyo armamentístico de Estados Unidos, que este miércoles protagonizó un episodio de tensión con el país comunista en las aguas del mar de China, donde la segunda potencia mundial ordenó la expulsión de un buque norteamericano, al considerar su presencia una incursión ilegal.