Italia: ¿y ahora, qué? Elecciones en otoño y un 'Draghi-bis'
La dimisión de Mario Draghi no haría más que acelerar un proceso que ya estaba en marcha: Italia tenía programadas elecciones para principios del año 2023 y se adelantarán
Mario Draghi, primer ministro italiano, quiere dimitir, pero el presidente de la República, Sergio Matarella, no se lo permite.
Su gestión, generalmente alabada, no fue el problema, sino la desunión en el seno de su Gobierno. Tras ser abandonado por el partido de Giuseppe Conte, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S), Draghi decidió cumplir la promesa que efectuó al iniciar su mandato: nunca gobernaría sin el apoyo de todos sus aliados.
Dejaría a Italia huérfana y en plena crisis económica, a pesar de que su gestión ayudó a remendar la profunda inestabilidad que dejó la pandemia, y la recuperación posteriormente a esta.
Pero su dimisión no haría más que acelerar un proceso que ya estaba casi en marcha: Italia tenía programadas elecciones para principios del año 2023, con lo cual lo más probable es que se adelanten al otoño.
Con todo, Sergio Mattarella no aceptó su dimisión, y determinó que la crisis del Gobierno se saldaría en las dos sedes parlamentarias, en el Senado y en la Cámara de Diputados, durante la semana.
Sus rivales ya han empezado a celebrar que, en unos meses, podrían tener la oportunidad de aspirar al liderazgo de Italia.
«No es broma, este mandato ha terminado. Ahora, iremos a las elecciones, estoy lista para gobernar. Queremos vencer al Partido Demócrata, y espero que los demás partidos de centroderecha también», celebró Giorgia Melone, líder del partido Hermanos de Italia,
Un Draghi 2.0
De momento, sin embargo, el Gobierno que Draghi podría dejar atrás seguirá encaminado en la dirección que él planeó: «Creo que, por los intereses del país, el gobierno de Draghi debe seguir adelante con el mismo perímetro y en el mismo formato», afirmó el secretario nacional del Partido Demócrata, Enrico Letta. Al igual que Giuseppe Conte, Letta era uno de los aliados sin los que el primer ministro se negaba a gobernar.
«Draghi lo hizo bien, respetando las instituciones. Nadie fingirá que no ha pasado nada después de la votación de hoy. Pero estamos trabajando para un 'Draghi-Bis' de aquí a los próximos meses», explicó el líder del partido Italia Viva, Matteo Renzi.
«Creo que es mejor para todos que el gobierno continúe. Un interés que también tiene impulsos muy fuertes que vienen de todas partes, incluso de los interlocutores sociales, del mundo del trabajo, de la Unión Europea», agregó Letta. En efecto, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Paolo Gentiloni, manifestó un interés especial en la dimisión de Draghi.
«El Ejecutivo de la Unión Europea está observando los desarrollos en Roma con lejanía, pero un asombro preocupado», declaró Gentiloni, que en su día ocupó el puesto que Draghi quiso abandonar.