Provocación para el pueblo: Sri Lanka ratifica a Ranil Wickremesinghe como presidente
Los ciudadanos de Sri Lanka, que forzaron la dimisión del presidente Gotabaya Rajapaksa, siguen descontentos con la elección de Ranil Wickremesinghe para sustituirle
El Gobierno de Sri Lanka se desmoronó tras una serie de protestas masivas, en las que ciudadanos de todo el país se reunieron en la capital para exigir la dimisión de su antiguo presidente, Gotabaya Rajapaksa. Tras abandonar este el cargo (y el país) con prisa, el Gobierno quedó huérfano hasta que las elecciones parlamentarias designaron a su sucesor: Ranil Wickremesinghe.
Ranil Wickremesinghe fue primer ministro bajo el liderazgo de Rajapaksa. Durante las manifestaciones, la multitud también protestó alto y claro por su gestión, y lo obligó a dimitir a la vez que el presidente. Pero ahora, Wickremesinghe vuelve al poder, y esta vez con más autoridad aún.
En las elecciones extraordinarias que celebró el parlamento, Wickremesinghe ganó con una holgada mayoría de 134 votos, frente a los 82 que obtuvo su rival, Dullys Alahapperuma. La decisión del Parlamento no tardó en ser duramente criticada por los ciudadanos a pie de calle que, descontentos a más no poder con el Gobierno Rajapaksa-Wickremesinghe, no dan crédito a que pueda repetirse.
«Me repugna el resultado de la votación. No puedo creer que 134 personas, parlamentarios que deberían representar al pueblo, ignoren así nuestros intereses», denunció ante la BBC británica la activista esrilanquesa Jeana de Zoysa.
La opinión popular respecto a Wickremesinghe es que es un político taimado, que solo quiere aferrarse a su puesto en el parlamento. Ya ha ocupado el cargo de primer ministro seis veces, y presentó su candidatura a la presidencia en dos ocasiones (fracasó en ambas). Su victoria esta vez implica que gobernará hasta noviembre de 2024.
El país cuyo liderazgo asume no está en su mejor momento. Sri Lanka, nación insular de 22 millones de personas, situado al sur de India, lleva meses con cortes de electricidad, largas filas de espera para comprar combustible y una inflación récord, lo que ha generado frecuentes manifestaciones y disturbios masivos. El Gobierno declaró una moratoria sobre su deuda externa por 51.000 millones de dólares; es la peor crisis de su historia.
Tras ganar las elecciones internas, Wickremesinghe afirmó que el pueblo debía estar más unido.
La nación «está en una situación muy difícil», según comunicó al parlamento, y se enfrenta a «grandes desafíos». El antiguo primer ministro, ahora presidente, pretende restaurar la estabilidad política para que el país vuelva a negociar soluciones y rescates con el Fondo Monetario Internacional.