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Crisis Italia

Mario Draghi se resigna y presenta su segunda dimisión

El primer ministro anunció en la Cámara de Diputados que deja el puesto y volverá a presentar su renuncia al presidente de la República, Sergio Matarella

La duda duró poco tiempo. El primer ministro italiano puso sus condiciones para seguir, pero sus opositores lo tenían decidido: queremos elecciones.

Mario Draghi preguntó ayer a sus socios y al arco político parlamentario si estaban dispuestos a hacer los sacrificios necesarios para resucitar o reconstruir una coalición de gobierno compacta y sin fisuras.

Pero el ex presidente del Banco Central Europeo quería un frente unido o su salida y ésta es la que va a anunciar en las próximas horas.

Draghi comparecía hoy en la Cámara de Diputados después de la turbulenta sesión de ayer en el Senado cuando –informa Efe– pidió que se suspendiera la sesión porque iba a acudir de inmediato a comunicar su renuncia al jefe del Estado, Sergio Mattarella.

A partir de ese momento, se espera que, sin más demoras, la acepte y convoque elecciones anticipadas. Otra opción sería encargarle buscar otra mayoría para agotar la legislatura o que lo hiciera otra figura técnica o institucional.

La decisión de Draghi llega después de que tres socios de su coalición de gobierno, la conservadora Forza Italia (FI) de Silvio Berlusconi, la más conservadora Liga de Matteo Salvini y el Movimiento 5 Estrellas (M5S) de Giuseppe Conte, le retirasen su apoyo en la moción de confianza de ayer en el Senado.

La sesión en la Cámara de Diputados, que se retomará a las 12.00 horas (10.00 GMT), –concreta Efe– cerrará el proceso parlamentario iniciado ayer a instancias de Mattarella.

El presidente rechazó su renuncia, justificada por por el abandono de uno de sus socios: el Movimiento 5 Estrellas (M5S). Aunque Draghi tenía respaldo suficiente para continuar, cumplió su promesa de renunciar el día que hubiera una disidencia en la coalición.

Mattarella le pidió, exigió o acordó –según se mire–, que hiciera un último esfuerzo y compareciera en el Parlamento para intentar reconstruir la coalición gubernamental.

El primer ministro fue al Senado con ese propósito, pero terminó perdiendo el apoyo de los tres partidos de su Gobierno. Aunque la votación le iba a favorecer, sintió –y no se equivocaba– que eso y recibir la puntilla eran la misma cosa.

El todavía primer ministro abandonó el Senado antes del final de la votación, donde se impuso con 95 votos a favor y 38 en contra, aunque sólo votaron 133 del total de 320 senadores.

El final de «super Mario» como se conoce al economista en alusión al personaje del célebre video juego, implica se produce un momento de extrema delicadeza para Italia que tiene la mano tendida a los fondos europeos Next Generation y con la crisis energética en puestas.

Caballero y patriota hasta el final, Draghi se ocupó la semana pasada de cerrar un acuerdo de suministro de gas con Argelia.

La coalición de unidad nacional que encabezaba Draghi se configuró en febrero de 2021. Casi todos los partidos del hemiciclo, excepto los ultras Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, se sumaron a la propuesta consciente de la crisis del país.

Berlusconi, Salvini y Meloni (favorita en las encuestas) ven con buenos ojos la convocatoria de elecciones anticipadas. Estas, si Mattarella opta por su convocatoria y ajusta el calendario, podrían celebrarse a principios de octubre..

El escenario italiano resulta sorprendente. Pocos casos deben encontrarse en el mundo de líderes que se retiren pesen a ser aclamados por la mayoría de los partidos políticos, sindicatos y patronales para permanecer al frente del gobierno.

Hasta la Iglesia había animado al economista a quedarse, pero el primer ministro, fiel a sí mismo, eligió despedirse.