La artillería principal de la fragata china Tipo-054A Huangshan dispara durante unas maniobras conjuntas navales con Rusia
China EE.UU.
El jefe del Estado Mayor de EE.UU. afirma que el ejército chino se ha vuelto «más agresivo y peligroso»
Washington busca cerrar alianzas en el Pacífico y poner freno a las aspiraciones expansionistas de Xi Jinping
No lo dice cualquiera, el que afirma que el ejército chino se ha vuelto «más peligroso» es el jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el general Mark Milley.
«Las Fuerzas Armadas chinas, en mar y aire, se han vuelto significativamente más agresivas y peligrosas en esta región en particular», aseguró. La frase la pronuncia en un momento en el que Washington no oculta su preocupación por el expansionismo del gigante asiático en el Pacífico y su estrecha relación con la Federación Rusa de Vladimir Putin.
El diario británico The Guardian, recuerda que Milley le pidió a su personal que le informará y elaborase los informes correspondientes sobre cualquier movimiento de China y sus relaciones internacionales, con los países del entorno.
El general Milley observó que en los últimos cinco años China ha multiplicado sus incursiones en la región, con especial intensidad con la presencia de vuelos y buques. El efecto inmediato de Washington fue movilizar también parte de su flota.
El acuerdo de seguridad que Beijing firmó en abril con las Islas Salomón abrió los ojos o encendió las luces de alarma de Estados Unidos. El propósito de China parece ser claro: establecer una base naval china en el Pacífico Sur. Estados Unidos y Australia reaccionaron de inmediato, expresaron su rechazo y advirtieron a las Salomon que no lo consentirían.
El militar desarrolló sus explicaciones. «Están tratando de expandir su influencia en toda la región. Y eso, tiene consecuencias potenciales que no son necesariamente favorables para nuestros aliados y socios en la región», advirtió.
Milley, quien se reunió el domingo con el general Andika Perkasa, jefe del ejército indonesio, manifestó que los países del Pacífico como Indonesia le expresaron sus temores por la situación y pidieron que Estados Unidos no solo no olvide esta área estratégica, sino que sus Fuerzas Armadas se involucren en la región y esa oportunidad no se puede dejar escapar.
Entre los objetivos destacó: «Queremos trabajar (con los países de la región) para avanzar en operaciones conjuntas y modernizar los ejércitos». Dicho de otro modo, ayudarles a garantizar que puedan «enfrentar cualquier desafío que plantee China».
Primera flotilla conjunta de Rusia y China en el Pacífico este año
Las palabras del jefe del Estado Mayor Conjunto estadounidense, se producen horas antes de que el presidente de Indonesia, Joko Widodo, viaje a Pekín a entrevistarse con Xi Jinping.
La Casa Blanca tiene a Putin en la mira, pero no olvida la potencial amenaza que representa el gobierno de Pekín y la alianza, sobre el papel, incondicional de ambas potencias.
En la última cumbre de la OTAN en Madrid, el presidente, Joe Biden y el resto de los aliados pusieron sobre el papel lo que habían conversado y sus conclusiones sobre cómo entender el rol de China.
La guerra de Ucrania ha despertado de su letargo a Occidente. La Unión Europea, tras echarse en los brazos energéticos de Moscú trata ahora de buscar alternativas. El buenismo al pensar que un vecino como Rusia no sería capaz de agredirles se ha terminado.
La sanciones impuestas al Kremlin y al círculo de oligarcas y empresas que sostienen a un todopoderoso Putin no le están saliendo baratas a Europa. Los 27 están dispuestos a pasar el invierno con frío si Moscú decide cerrar el gripo del Nord Stream 1, pero esa unidad del bloque está por ver que se sostenga a largo plazo.
Moscú presiona a Alemania, uno de los países más dependientes del gas, para que de luz verde a la operatividad del Nord Stream 2. La espada de Damocles que asomó con las reparaciones hace una semana del gasoducto, pese a las apariencias, no se ha envainado.
En paralelo, China no oculta sus tentaciones de aprovechar este escenario bélico y de crisis en Europa, y en no pocas ocasiones ha dejado entrever que podría invadir Taiwán.
La antigua colonia británica es un dolor de cabeza para Pekín. Según fuentes militares británicas citadas por The Guardian, el régimen chino, si no se precipita, tiene ya puesta una fecha para su invasión: el año 2027.