Reino Unido
Liz Truss y Rishi Sunak: juntos y revueltos en el ring del debate de la BBC
La prensa británica destaca el enfrentamiento a cara de perro de los adversarios, pero ninguno llega, a morder la yugular del otro. Por ahora siguen con Truss como favorita, pero en tablas
Son como el aguay el aceite, pero forman parte de la misma ensalada tory que debe elegir con quién de los dos se queda para instalarse en el 10 de Downing Street.
Juntos y revueltos, Rushi Sunak y Liz Truss no defraudaron. El debate de televisión de ayer sacó lo mejor y lo peor de ellos. La lucha por el poder no es «just busines», es personal.
Los militantes conservadores de base, que son los que tendrán la última palabra, asistieron al combate televisado con una preocupación mayúscula, según los observadores: los impuestos. Estos, son el caballo de batalla de la nueva Margaret Thatcher y del ex ministro al que Boris Johnson acusa de traidor.
The Telegraph censura a la titular de Asuntos Exteriores por comparar a su adversario y compañero de filas, con el ex primer ministro laborista Gordon Brown.
Truss pronosticó que si Sunak llega a ser primer ministro sería un remake del laborista.
The Express mete también el dedo en la llaga abierta de los impuestos y destaca que esa es la brecha más profunda entre uno y otro. «Recortes de impuestos ahora o más adelante». Es decir, ella o él.
Liz revela un plan para detener las huelgas que paralizan Gran Bretaña» y «frenará a los sindicatos militantes»
La ministra defiende un rebaja inmediata mientras Sunak a medio plazo. El Daily Mail apunta por otro flanco, rescata el espíritu combativo de Truss y su promesa de poner en su sitio a los sindicatos: «Liz revela un plan para detener las huelgas que paralizan Gran Bretaña» y «frenará a los sindicatos militantes».
El prestigioso The Times subraya que el enfrentamiento cruza la frontera de lo profesional para instalarse en reproches personales, pese a las súplicas del partido de mantener las formas y no convertir los debates en un Talk show que perjudique a la organización. «Los amargos rivales conservadores recurren a los ataques personales».
«Los rivales por el liderazgo tory intercambian golpes por los impuestos y la inflación»
The Guardian, un diario a la izquierda del tradicional The Times, destaca: «Los rivales por el liderazgo tory intercambian golpes por los impuestos y la inflación»
El debate celebrado anoche no llegó a ser un reality show pero sí estuvo cuajado de interrupciones y dardos en la palabra de uno y otro. A cuenta, sobre todo, de sus planes en política fiscal.
El broche final fue un relato (ficción) de recíproca admiración, posiblemente, para contentar a un partido que transpira cada vez que se encienden los focos de un estudio y en él aparecen Truss y Sunak.
El debate, en resumen, arrojó una imagen de la jefa de la diplomacia británica peleona al estilo de la Dama de Hierro, pero en versión siglo XXI. También el de una mujer leal, que recordó su oposición a la decisión del Partido Conservador de forzar la dimisión de Boris Johnson.
Liz Truss es la favorita entre los 160.000 afiliados tories
Ella por la que al principio las encuestas no daban un penique es hoy, la favorita entre los 160.000 afiliados «tories».
Sunak, político de raza consciente del escenario, salió a morder la yugular de la candidata que quiere coinvertir en cadáver político. La interrumpó en numerosas ocasiones, descalificó sus propuestas y le recordó su facilidad para cambiar de criterio (chaquetera) en función de los vientos políticos que soplen.
El ex ministro de Finanzas -cuya dimisión el 5 de julio, informa Efe, precipitó la salida de Johnson- se ganó en varias ocasiones el aplauso del público. La mayoría de los asistentes eran simpatizantes tories de la localidad inglesa de Stoke-on-Trent, que en las últimas elecciones votó conservador por primera vez.
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Truss no perdió la compostura en ningún momento y los dos contendientes abrieron el debate con un homenaje a David Trimble, artífice del Acuerdo de Viernes Santo que logró la paz en Irlanda del norte y falleció ayer.
Frase a frase
Algunas frases merecen se recordadas. «¿Debemos pagar la factura de la pandemia nosotros o la ponemos en la tarjeta de crédito del país y le pasamos la deuda de nuestros hijos y nietos? Eso, no es responsable», espetó Sunak a Truss a cuenta del propósito de esta de bajar impuestos.
La ministra de Exteriores subrayó que su intención sería comenzar a devolver esos préstamos en tres años y recordó al exministro de Economía que «ningún país está pagando esa deuda ahora».
«Tu propio asesor económico ha reconocido que eso obligaría a subir los tipos de interés hasta el 7 %. Piensa lo que eso supone para todos los que están pagando una hipoteca», lanzó Sunak, a lo que Truss replicó que «todo el mundo sabe que subir impuestos ahora dañará a la economía.»
«Me acuerdo del referéndum y de que aquí había una persona partidaria de salir de la UE y otra de seguir, y esa eras tú»
Sobre el brexit, el talón de Aquiles de Trus, Sunak le recordó: «Me acuerdo del referéndum y de que aquí había una persona partidaria de salir de la UE y otra de seguir, y esa eras tú», criticó el antiguo aliado de Johnson.
«Y, he aprendido», le contestó Truss, antes de decir que si hoy se celebrase la consulta votaría por salir de la UE.
El exministro y exbanquero de inversión, muy criticado por sus gastos de vestuario, también se refirió al «viaje» que su contrincante ha hecho en su opinión sobre China.
China
«Dijiste que vivíamos una era dorada en las relaciones con China», le espetó. «¡Pero eso fue hace diez años!», le respondió Truss.
Ella, a su vez, le reprochó que hace solo un mes propugnaba al frente del Tesoro aumentar las relaciones comerciales con el gigante asiático.
Boris Johnson, al paro
Preguntados sobre si ofrecerían a Johnson un puesto en su Gobierno, Truss salió airosa del apuro al advertir que el todavía primer ministro no querrá formar parte del Ejecutivo.
Sunak, fiel a sí mismo, dejó claro que bajo ningún concepto. Entre las razones, porque Johnson es Johnson y él tiene a gala su «honradez».
Necesitamos a un líder que sea coherente con sus principios
Dicho esto, matizó: «Es una de las personas más notables que he conocido y estoy orgulloso de lo que hemos conseguido en el Gobierno. Pero llegamos a un punto en el que pensé que ya está bien, y actué por principios. Necesitamos a un líder que sea coherente con sus principios».
Cuando nos elegieron nos comprometimos a no subir los impuestos, y se han subido. Yo soy alguien que cumple lo que promete
«Restaurar la confianza es mantener tus promesas. Cuando nos elegieron nos comprometimos a no subir los impuestos, y se han subido. Yo soy alguien que cumple lo que promete», dijo la ministra en dirección a su adversario, responsable de un aumento de la cotización social.
Salvados por la campana del tiempo, ambos contendientes tendrán una segunda oportunidad ante las cámaras en una fecha a determinar. Mientras tanto, aprietan el acelerador de una campaña cuyo fin es lo único que está escrito: el 5 de septiembre.