El Partido Conservador cancela el debate final por miedo a que los candidatos se peleen y jueguen sucio
La carrera por el liderazgo de Reino Unido ha estado marcada por la tensión y las prisas
Antes de que acabe la semana, el Partido Conservador habrá decidido qué dos candidatos se disputan la presidencia de Reino Unido. Será la última ronda de unas aceleradas elecciones internas, desencadenadas por la repentina dimisión de Boris Johnson.
De cara a la antepenúltima votación, en la que todos salvo dos aspirantes serán eliminados, la cadena británica Sky News invitó a Rishi Sunak, Liz Truss, Penny Mordaunt, Tom Tugendhat, y Kemi Badenoch a su plató para un debate televisado.
Habría sido su última oportunidad para hacer campaña entre los 10.000 miembros del Partido Conservador que votarán por ellos, y recordar al pueblo británico la versión de futuro que cada uno quiere vender.
Sin embargo, la carrera por el liderazgo del partido, que empezó hace casi dos semanas al desmoronarse el Gobierno de Boris Johnson, ha estado marcada por la tensión y las prisas.
«Lanzamiento de barro»
La última vez que los cinco candidatos se vieron las caras fue el domingo, durante un debate en la cadena ITV.
La discusión duró alrededor de una hora, y fue francamente incómoda para los ciudadanos de un país ‘very polite’ (muy educado) en todo salvo en la política: resultaron evidentes las divisiones entre los candidatos, dato inquietante al recordar que, hace menos de un mes, los cinco trabajaban para un mismo Gobierno.
En especial, destacó la tensión entre Rishi Sunak, antiguo ministro de Hacienda, y Liz Truss, actual ministra de Exteriores, respecto al futuro de la economía británica. Sunak también chochó con la ministra de Comercio, Penny Mordaunt, por los planes de esta de cambiar la política económica que él mismo ideó desde el gabinete de Johnson.
Pero en vez de tomarse la invitación de Sky News de acudir a un segundo debate como una revancha, o la oportunidad de enmendar esa torpe primera impresión, tanto Sunak como Truss rechazaron participar, a raíz del malestar y el ambiente hostil.
El temor de ambos al juego sucio del otro se hace eco de una preocupación que comparte todo el Partido Conservador. Según la BBC británica, existe una inquietud importante de que los cinco candidatos se peleen entre ellos.
En declaraciones a la cadena Radio 4, previas al debate del pasado domingo, Penny Mordaunt pidió solo una cosa: evitar lo que en Reino Unido llaman «lanzamiento de barro», es decir, insultos y acusaciones en público para dañar la reputación de un contrincante.
En la última ronda de las elecciones internas, donde votaron 385 parlamentarios Conservadores, Rishi Sunak resultó ganador con 101 votos. Penny Mordaunt quedó segunda, tras hacerse con 83, y Liz Truss, tercera, con el apoyo de 64 diputados. Kemi Badenoch, subsecretaria de Igualdad, obtuvo 49 votos, y Tom Tugendhat, parlamentario de historial militar, aprobó raspado con 32 votos.