Rusia y Ucrania se acusan mutuamente del ataque que mató a 40 prisioneros de guerra

Un bombardeo anónimo cayó sobre la prisión de Olenivka, en la región ucraniana del Donetsk, actualmente ocupada por las fuerzas rusas y los separatistas. El ataque terminó con las vidas de 40 prisioneros de guerra ucranianos, e hirió a otros 75.

Rusia no tardó en acusar a Kiev del ataque: su Ministerio de Defensa afirmó que las armas que llevaron a cabo el letal ataque fueron misiles de largo alcance, suministrados a Ucrania por Estados Unidos. Sería una «sangrienta provocación del régimen» de Volodimir Zeleneski, diseñada para disuadir a las tropas ucranianas de entregar las armas y rendirse.

Según afirmó Moscú, entre los muertos se encontraban algunos miembros del batallón Azov, esa división que se hizo popular con su defensa del puerto ucraniano de Mariúpol.

Ucrania no solo negó toda acusación, sino que argumentó justo lo contrario: Rusia era el país culpable del ataque, que mató exclusivamente a soldados ucranianos.

«Horrendo crimen de guerra»

Tras el ataque a la prisión, la televisión estatal rusa mostró lo que parecían ser celdas destruidas, con camas metálicas enmarañadas, pero no se pudieron ver víctimas.

El ejército ucraniano negó haber llevado a cabo el ataque diciendo que sus fuerzas «no lanzaron ataques de misiles ni artillería en la zona de Olenivka».

Culpó a las tropas rusas de estar detrás del ataque con el objetivo de «acusar a Ucrania de haber cometido crímenes de guerra y encubrir las torturas de los prisioneros y las ejecuciones que llevaron a cabo» en la cárcel.

«Rusia cometió otro horrendo crimen de guerra al bombardear un centro penitenciario en la región ocupada de Olenivka donde mantenía retenidos a prisioneros de guerra ucranianos», escribió el ministro ucraniano de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, en Twitter.

Unos 2.500 combatientes ucranianos que estaban atrincherados en la planta siderúrgica Azovstal, en la ciudad de Mariúpol, se rindieron en mayo.

Medios estatales rusos informaron que algunos oficiales, incluidos los del controvertido regimiento Azov, fueron llevados a Rusia.

Ucrania afirma que capturó a miles de militares rusos durante la invasión y comenzó a juzgar a algunos de ellos por presuntos crímenes de guerra.

El viernes, un tribunal ucraniano redujo a 15 años de prisión la condena a cadena perpetua impuesta a un soldado ruso condenado en mayo por matar a un civil en Ucrania.

Ataques en Mikolayiv

En el sur de Ucrania, al menos cinco personas murieron y siete resultaron heridas tras un bombardeo ruso que alcanzó una parada de autobús en la ciudad de Mikolayiv, cerca del mar Negro, según el gobernador regional Vitaly Kim.

Mikolaiv es el mayor núcleo urbano controlado por Ucrania cerca de las líneas del frente en la región de Jersón, donde el ejército ucraniano ha lanzado una contraofensiva para recuperar el control del territorio costero de importancia económica y estratégica.

Más de la mitad de la población de esta ciudad, de 500.000 habitantes, ha huido desde el inicio de la invasión rusa el 24 de febrero.

La presidencia ucraniana dijo el viernes que ataques rusos contra esta misma ciudad golpearon la víspera un punto de distribución de ayuda humanitaria, hiriendo a tres personas.

En la región oriental de Donetsk, el gobernador Pavlo Kyrylenko aseguró que las fuerzas de Moscú mataron a ocho personas e hirieron a 19 en ataques el jueves.

«Esperando una señal»

Pese a que los ataques no dan tregua, Ucrania intenta reanudar sus cruciales exportaciones de grano en virtud de un plan negociado por Turquía y las Naciones Unidas para levantar el bloqueo naval ruso en el mar Negro.

La presidencia ucraniana difundió imágenes de Zelenski frente al barco turco Polarnet en el puerto de Chornomorsk, en una visita para inspeccionar la carga de grano.

«Se está cargando el primer barco desde el comienzo de la guerra», dijo Zelenski en un comunicado.

El mandatario ucraniano dijo que Kiev estaba «esperando una señal» de Ankara y la ONU para iniciar las exportaciones que se espera ayuden a mitigar una crisis alimentaria mundial que ha visto dispararse los precios.

El aumento del coste de los alimentos es sólo una de las consecuencias mundiales de la guerra. Los precios de la energía también han subido drásticamente, ya que Moscú ha cortado el suministro de gas a Europa y las turbulencias han sacudido los mercados del petróleo.

La presidencia francesa dijo que Emmanuel Macron y el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salmán, que se reunieron en París el jueves por la noche, acordaron trabajar juntos para limitar el impacto de la guerra.